El amor en tiempos de coronavirus es complicado y peligroso, pero nunca imposible. Así lo demostraron John Paul “JP” Gatbonton y Donna Ocomen, quienes se conocieron en un grupo de Facebook meses antes de que iniciara la pandemia de Covid-19, razón principal por la que sus planes de conocerse en persona tuvieron que posponerse.
La pareja se conoció virtualmente el 22 de enero de 2020, cuando JP publicó en la página de Facebook “La vida de un introvertido”, Donna le contestó y comenzaron una amena conversación que los llevó a agregarse como amigos en esta plataforma social.
Aunque los tórtolos viven en el mismo país, Filipinas, JP reside en Imus, provincia de Cavite, mientras que Donna vive en Anda, municipio de Pangasinan. Ambas localidades quedan a aproximadamente 300 km de separación. La perspectiva de una relación a larga distancia no impidió que JP conquistara a Donna, y comenzó a cortejarla de manera habitual en línea.
Ambos se enamoraron profundamente, pues compartían muchas cosas en común, por lo que no fue sorpresa cuando expresaron sus deseos de conocerse cara a cara. Sin embargo, debido a la crisis de salud pública que se vive en aquel país, las autoridades decidieron cerrar las entradas a varias provincias de manera aérea y terrestre, por lo que los enamorados tuvieron que esperar cerca de siete meses para al fin conocerse.
Una vez que Filipinas permitió a los ciudadanos transportarse de ciudad a ciudad y la entrada a las provincias y municipios, JP no lo pensó dos veces; recolectó todos los documentos necesarios para su viaje, tomó su fiel bicicleta y emprendió una gran y romántica aventura para conocer al amor de su vida.
El 10 de octubre, JP subió a su bici y dejó Imus. Primero se dirigió a la casa de sus padres, en Nueva Ecija, donde pasó la noche. A la mañana siguiente se dirigió a Pangasinan, desafiando la depresión tropical Nika que afectó a la región de Ilocos.
El viaje a Anda fue particularmente difícil: solo se puede llegar a la ciudad a través de un puente que cruza el canal de Kakiputan. Para llegar a este puente, JP , que llevaba una pesada bolsa de viaje, primero tuvo que navegar por rutas desafiantes que no lo desanimaron en su objetivo.
Después de muchas horas de andar en bicicleta, finalmente llegó al pueblo de Donna a última hora de la tarde del 11 de octubre. Los padres de Donna lo buscaron en un sendero para entrar a la localidad y de ahí lo llevaron a casa.
Como se han de imaginar, este Romeo estaba agotado, pero todo su cansancio desapareció cuando vio a Donna en persona por primera vez. Relatando su increíble historia, JP acepta que valió la pena completamente: “Me avergoncé un poco, pero me alegré mucho de finalmente conocerla… Finalmente sucedió”, dijo el enamorado.
Después de un merecido descanso, JP y Donna finalmente tuvieron su primera cita, donde se hicieron novios de manera oficial. Ahora los dos lucen los anillos de pareja que JP trajo con él.
Aunque ahora están juntos, o sea, en la misma localidad, aún tienen que estar separados. JP se queda en casa de Donna durante su cuarentena de 14 días, como lo requieren los funcionarios locales, mientras que Donna se queda en una pensión para poder tomar sus clases en línea, ya que la conexión a Internet de su comunidad es muy débil.
Finalmente, John Paul nos deja una gran moraleja de amor; la gran enseñanza que le dejó toda esta anécdota: “No existe la distancia cuando se trata de amor y cuando amas a alguien, harás todo para estar con ella y serán fieles el uno al otro”. Esperamos que así sea.