En el distrito de Lurín, en la provincia de Lima, Perú, pobladores se dispusieron para despedir, con pompa y circunstancia, a uno de los miembros más queridos de su comunidad. No se trataba ni de un artista ni de algún político o famoso, sino de Manchas, un perro callejero que se había convertido en parte inefable del poblado y al cual se le dio “un adiós” digno de recordar, en el que no faltó ni ceremonia, ni música, ni llanto sincero.
Era prácticamente la mascota (de todos). Tenía un carácter amable y siempre defendía a la comunidad. Todos lo alimentábamos. Un vecino le construyó una casa: vivió desde entonces en la esquina del barrio, como protegiéndonos.
– Vecinos de Lurín, rememorando a Manchas
Adiós a un amigo
Vecinos de Lurín (Lima) despiden a Manchas, un lindo perro que durante años fue convidado asiduo en toda clase de fiestas y reuniones, además de darse importancia como el consentido del barrio.
Fue escoltado hasta su última morada por sus amigos, acompañados todos al son de la música. Descansa en paz.
– Jonathan Amado Sánchez, por medio de Tik Tok
Manchas
A pesar de que se consideraba un “perro callejero”, en realidad, Manchas, al haber sido parte importante de la comunidad, estimado, cuidado y alimentado por los vecinos, más bien podría considerarse un “perro de la comunidad”.
A nadie extrañó cuando Manchas se enfermó, pues ya era un perro viejo. Sus queridos vecinos lo internaron en una clínica veterinaria, con la esperanza de que se recuperara, pero luego de dos semanas de cuidados especiales y tratamiento, nada mejoró su condición y, lamentablemente, falleció en su casita de madera.
La ceremonia
Cuando se enteraron de la muerte de Manchas, sus amigos consideraron que lo menos que podían hacer era despedirlo con todo el cariño y respeto que se había ganado durante su vida y decidieron hacer con una fiesta, pues, según ellos, el can nunca faltaba a una fiesta.
Con una escolta de honor y con banda, como debe ser, el cuerpo del difunto fue transportado hasta el cementerio municipal. La ceremonia se dio fue en toda forma, pues hasta hubo misa antes de sepultarlo. Adornando su tumba con un arreglo floral, los vecinos aseguran que jamás olvidaran al fiel amigo que ya partió.