Caballeros, hemos vivido engañados todo este tiempo pues siempre nos han dicho que el secreto para una buena relación es la comunicación (lo que sea que eso signifique). Un estudio afirma que el verdadero secreto para afianzar los lazos amorosos es algo muy común y que nadie toma en cuenta: los apodos.
Sí, señores, la manera en la que te refieres a tu pareja es lo que hace que la relación sea más fuerte y esto está avalado por distintos estudios que revelan que las parejas que usan sobrenombres para referirse el uno al otro son más duraderas, ya que el uso de apodos, sobre todo cursis, produce una reacción positiva en el cerebro que incentiva al apego.
Según algunos psicoanalistas, esta reacción es parecida a la que se produce cuando de niños recibíamos atención de nuestros papás.
La Universidad de Ohio realizó un estudio en el que participaron distintas parejas entre recién casados, novios y personas que llevaban varios años juntos, las cuales tenían un apodo o más para referirse a su media naranja. Por medio de distintos test, los participantes aceptaron sentirse en un mundo propio y privado al lado de sus compañeros de vida, lo cual es señal de buena salud mental y emocional.
Además, crea lazos más personales, pues el uso de apodos fomenta la invención de un lenguaje propio, fortaleciendo métodos de comunicación, demostración de afecto y confianza entre las dos personas.
Ahora bien, en un sentido contrario, utilizar apodos que resalten cualidades negativas de la pareja pueden ser un gran inconveniente pues dañan la autoestipa y por ende la relación. Por ello los expertos recomiendan mucha comunicación respecto a los gustos del otro.
Así que ya lo saben, no está mal decirle Chiquistriquis a su novia, o Bombón, sí, es cursi, pero refleja una buena relación, así que adelante, varones.