Quizá sientas que tu trabajo es malo, pero cuando sepas lo que algunos están arriesgando por ganar una miseria, quizá apreciarás más tus horas extra obligatorias y hasta a tu tiránica jefa.
Hay gente para todo, y estos sacrificados trabajadores no solo cargan su propio peso (y hasta más) en sustancias tóxicas, sino que lo hacen todo el día, en escarpadas cumbres y sin ayuda de ninguna maquinaria: les presentamos a los mineros de azufre en Indonesia.
¿Qué tan malo es?
Pongámoslo así: el trabajo de la minería, en cualquier lado, que implica esfuerzo físico y exposición a sustancias tóxicas (minerales y gases, principalmente) afectan la salud crónicamente. Aquí, aunque han pasado 64 años desde la última erupción del monte Ijen, este permanece activo y podría explotar en cualquier momento.
Ya tomados esos peligros en cuenta, súmale el morir despeñado o fulminado por azufre supercalentado, las temperaturas extremas (usualmente 38ºC) e incluso la posibilidad de perecer en un lago ácido; tan malo es, que los mineros no suelen pasar de los 50 años, pues mueren antes por sus condiciones de trabajo. No es un retiro digno.
En qué consiste la chamba
Si estás pensando meter currículim, toma en cuenta que el trabajo implica remover estalactitas de tóxico azufre, poco después de que el volcán lo vomitó en nubes de vapor a chorros; las jornadas son de 12 horas, en medio de tóxicas nubes amarillas, que ciegan y envenenan, cargando hasta 95 kg de producto por decenas de kilómetros, sobre traicioneros pasos de roca y puentes endebles.
Para el proceso emplearas un pico de hierro, apoyado en precario equilibrio sobre rocas recubiertas de una película resbalosa amarilla y frecuentemente en superficies más bien verticales; en tramos más llanos, incluso pueden usarse carretillas, pero como se espera que diariamente se produzcan unas 12 toneladas del veneno amarillo en la mina, se le exige los a los mineros laborar casi sin descanso.
Las herramientas del oficio
Increíblemente, para realizar esta extenuante labor, lo único con lo que están equipados los mineros en son canastas unidas por tallos de bambú, sandalias, picos de hierro para la extracción y algún trapo para filtrar “lo peor” de las nubes venenosas (solo unos pocos cuentan con máscaras de gas).
Irónicamente, para mantener el ánimo y mejorar su estabilidad, los mineros suelen fumarse unos cigarrillos, agregando así a la toxicidad del ambiente un poco de riesgo extra, que sumarían cáncer a sus toses crónicas, alergias y pérdida de dientes, deteriorados por las condiciones ácidas de su trabajo.
Increíblemente, es la “mejor opción”
Aunque para uno parezca demasiado riesgo por muy poco beneficio, el contexto lo es todo y estos trabajadores tienen razones para arriesgar su vida en estas peripecias volcánicas, a pesar de percibir sólo 12 dólares diarios; la remuneración es de 0.55 dólares por kilo obtenido y entregado.
En pocas palabras, aunque 12 dólares sea una miseria aquí y en China (y en Indonesia), resulta que ese salario diario es de los más altos en Banyuwangi de Java Oriental, donde se ubica el complejo volcánico Ijen; si parece que la minería en el volcán es mala, aparentemente la abyecta pobreza de la región, donde el salario de millones es de menos de 2 dólares al día, es aún peor.