¿Han escuchado una historia que parece salida de una película? Día a día nos pasan cosas extraordinarias, por lo que si no tienes una buena anécdota para contar, probablemente alguien de tus conocidos tenga una sorprendente que narrar en las reuniones, y quién sabe, tal vez un día un libro o una película puedan basarse en ellas.
La historia que les vamos a contar hoy no ha sido adaptada aún, pero creemos que es algo digno de ser contado. Kevin James Walsh la compartió en un foro donde alguien más había preguntado: ¿Qué momentos de su vida creen que puedan ser una película? Kevin ganó con su respuesta que tiene todo: un inicio cautivador, un clímax desesperante y un final feliz.
Más de 200 mil personas han leído su historia y todos opinan que, de verdad, alguien debería tomarla y llevarla al cine:
Cuando yo tenía 13 años estaba en un campamento de verano, donde la chica más hermosa que he visto se acercó y me dijo ‘el color negro te queda bien’. No sé por qué. Platicamos y nos hicimos amigos, chateábamos (porque eso era lo que estaba de moda) y nos mantuvimos en contacto por un tiempo.
Perdimos el rastro del otro por un tiempo en preparatoria, pero puedo asegurarles que no hubo un día en el que no pensara en ella. Hasta este día no sé el por qué, pero algo de ella se quedó en mi.
En mi último año en la preparatoria pasé un mal rato, sucedieron cosas que parecían malas en ese momento y caí en una fuerte depresión. Decidí quitarme la vida, escribí una carta y me dirigí a donde planeaba suicidarme.
Alrededor de cinco o 10 segundos antes de hacerlo, mi teléfono sonó. No conocía el número, pero no me podía morir sin saber quién era, así que contesté y… ¡era ella!
Le pregunté qué sucedía y ella me dijo que solo sintió muchas ganas de marcarme. Hasta ese momento, había pasado un año entero desde la última vez que hablamos, y tuvo que marcarme justo en ese instante. Para no hacerles el cuento más largo, le conté qué estaba pasando y ella me convenció de no hacerlo. Sí, literalmente ella me dijo ‘¡¿Qué!? ¡No lo hagas”. Eso fue todo.
Así que, mi primer amor me llamó, de la nada, exactamente el día en el que me iba a suicidar. Una década después, me casé con ella.
¡Felicidades, varón! No solo Kevin superó su depresión, también se quedó con la chica, con su primer amor. Estas historias valen la pena, pues nos damos cuenta que hay personas que sufren en silencio y salen adelante.