La pandemia por covid-19 ha cambiado la forma en que funcionan las relaciones, pues al estar aislados, tuvimos que reinventar la manera en que nos contactamos con otras personas, ya sea a través de mensajes o videollamadas, para no sufrir soledad, depresión o ansiedad. Sin embargo, con cariño cualquier barrera se puede superar y el ejemplo es esta pareja. Ayse contó su historia para el Daily Mail.
Ayse, de 26 años, originaria de Lancashire, Inglaterra, conoció a su novio de una manera bastante curiosa. Ella estaba en un grupo de amigos por correspondencia de Facebook, donde tuvo contacto con Kenda, una mujer de 56 años originaria de Detroit, Estados Unidos. Después de hablar con ella, la mujer mayor le dijo que tenía un hijo de edad similar a la de Ayse. Kenda sugirió que su hijo podría interesarse en hablar con la chica inglesa.
Kenda le pasó el número de su hijo Darrin, de 26 años. Después de presentarse, comenzaron a hablar. No tenían ninguna pretensión más que la de conocer a una persona de otro país. Pronto se volvieron “virtualmente inseparables”, hasta hablaban todas las noches por teléfono, incluso con cinco horas de diferencia.
Después de convertirse en novios virtuales en noviembre de 2020, la nueva pareja estaba planeando hacer un viaje a los Estados Unidos en julio de 2021 para conocerse en persona, pero las restricciones de los vuelos al país norteamericano para los ciudadanos de Reino Unido lo hacían imposible. Solo estaban esperando poder viajar para estar juntos. Decidida a encontrarse, la chica planificó el viaje con una escala en México durante 15 días, para luego volar a Detroit.
Pero al llegar a Detroit, Ayse fue rechazada por el Departamento de Migración estadounidense, ya que consideraron que “no tenía suficiente dinero en su banco para mantenerse durante su estadía” y “no tenía lazos lo suficientemente fuerte a Reino Unido”, por lo que la regresaron en el primer avión que iba hacia Inglaterra.
Su dirección figuraba como el lugar donde me estaba quedando en mi visa de turista y me preguntaron mi relación con él, así que cuando les dije que era mi novio y vieron que había estado en México durante 15 días. Supongo que pensaron que intentaría quedarme más tiempo que mi visa.
No pasaron muchos días de su regreso a Lancashire, cuando Darrin sugirió hacer una “cita especial”. Ambos, cada quien desde su hogar, se cambiaron para la ocasión y en medio de su cita, Darrin se hincó frente a la pantalla y le propuso matrimonio. La chica emocionada dijo que sí. El hombre tenía la intención de pedírselo cuando se vieran en Detroit, pero las circunstancias se lo impidieron.
Cuando respondió a la llamada, parecía tan nervioso, lo cual no era propio de él, pero pronto entendí por qué cuando se arrodilló y me pidió que me casara con él.
La pareja planeó casarse cuando tuvieran la oportunidad de conocerse por primera vez, pero después de leer sobre la nueva ley que aprueba a las ceremonias de boda virtuales internacionales en el estado de Utah, decidieron darse el sí de manera oficial y poder nombrarse bajo el título de marido y mujer ante un juez.
Como aún no nos hemos conocido en persona, no hemos podido tener una relación física, lo que significa que nuestro matrimonio se basa en algo más que eso.
Su boda fue poco convencional. La celebraron vía Zoom y se vieron acompañados de sus padres. Ayse se vistió de blanco, mientras que Darrin tenía un elegante traje rojo. Se dieron sus votos por medio de la cámara y se convirtieron en esposos. Ahora el siguiente paso es que se conozcan en persona para poder consumar su nueva vida en matrimonio. Sin embargo, las restricciones de vuelos a Estados Unidos desde Reino Unido se han vuelto a levantar, por lo que Ayse tiene que esperar que le acepten otra visa para reservar sus vuelos.
Esto no ha afectado nuestra relación como podría afectar a otras personas, ya que no es algo que veamos como el aspecto más importante y valoramos más otras cosas, como la comunicación.