¿Te has preguntado por qué cada vez es más complicado tener una relación estable de pareja? Parece que actualmente es más complicado tener una relación duradera, pero, ¿cuáles serán los motivos? ¿Por qué no somos capaces de amar a pesar de intentarlo tan duro? ¿Por qué los seres humanos han llegado a ser de pronto tan ineptos para tener relaciones duraderas? ¿Olvidamos cómo amar? O peor aún, ¿hemos olvidado qué es el amor?
Es por eso que aquí te dejamos las 10 razones por la cuales las relaciones son tan complicadas hoy en día…
1. Sacrificio
No estamos preparados para los sacrificios que hay que hacer por el compromiso y por el amor incondicional. No estamos dispuestos a invertir todo lo que se necesita para hacer que una relación funcione. Queremos que todo sea fácil. Renunciamos. Todo lo que se necesita es un pequeño obstáculo para que todo se derrumbe a nuestros pies. No dejamos que crezca nuestro amor y lo dejamos ir antes de tiempo.
2. Aventura
No es amor lo que estás buscando; solo un poco de emoción en la vida. Quieres a alguien para ver películas y salir de fiesta pero no a alguien que te entienda, incluso en tus momentos más profundos. Pasan tiempo juntos, pero no es algo para recordar. No quieres que la vida se te vuelva aburrida. No quieres un compañero para la vida, solo a alguien que te pueda hacer sentir vivo ahora mismo, en este mismo instante. Cuando la emoción se desvanece, descubres que nadie te preparó para lo que seguía. No pudiste prevenir porque estabas demasiado cegado por la emoción de la aventura.
3. Tiempo
Nos sumergimos en las cuestiones de la vida de la ciudad, sin dejar espacio para el amor. No tenemos tiempo para amar; no tenemos paciencia para lidiar con una relación. Somos personas ocupadas persiguiendo sueños materialistas y no hay margen para el amor. Las relaciones se convierten en cuestión de conveniencia.
4. Satisfacción
Buscamos la satisfacción inmediata en todo lo que hacemos: las cosas que publicamos en línea; la carrera que elegimos… y la gente de la que nos enamoramos. Queremos que la madurez en una relación, que viene con el tiempo, lo emocional que se desarrolla con los años, el sentido de pertenencia, llegue de inmediato, cuando apenas conocemos a la otra persona. Al parecer, nada vale la pena ante nuestro tiempo y paciencia… ni siquiera el amor.
5. Decepción
Preferimos pasar una hora cada uno con un centenar de personas, que pasar un día solo con una persona. Creemos en tener “opciones”. Nos sentimos personas “sociales”. Creemos más en cumplir con las personas que en conocerlos. Somos ambiciosos. Queremos tenerlo todo. Entramos en una relación a la menor atracción y salimos en el momento en que encontramos a “alguien mejor”. No queremos conocer lo mejor de esa persona. Queremos que sean perfectos. Puedes tener citas con mucha gente, pero rara vez le das a cualquiera de ellas una posibilidad real. Estamos decepcionados de todo el mundo.
6. Tecnología
La tecnología nos ha acercado demasiado, tanto que es imposible respirar. Pero nuestra presencia física ha sido sustituida por los textos, mensajes de voz y videollamadas. No sentimos la necesidad de pasar tiempo juntos nunca más. Ya tenemos demasiado del otro. No hay nada de qué hablar.
7. Rebeldía
Somos una generación de “vagabundos” que no se puede alojar en un solo lugar por mucho tiempo. Todo el mundo es fóbico al compromiso. Creemos que no estamos destinados para tener una relación. No queremos asentarnos. Incluso la solo idea da miedo. No podemos imaginarnos con una persona por el resto de nuestras vidas. Nos alejamos. Despreciamos su permanencia como si fuera algún mal social. Nos gusta creer que somos “diferentes” al resto. Nos gusta creer que no nos ajustamos a las normas sociales.
8. Sexo
Somos una generación que se llama a sí misma “liberada sexualmente”. Podemos hablar de sexo sin amor, o eso creemos. Somos la generación del cambio. Tenemos sexo primero y luego decidimos si queremos amar a alguien. El sexo es fácil; la lealtad no. Tener actividad sexual se ha convertido en “el nuevo emborracharse”. Se hace no porque amas a la otra persona, sino porque deseas sentirte bien. Es todo el tiempo que se necesita. Las relaciones sexuales sin tener una relación, hace mucho que no es un tabú. Las relaciones ya no son tan simples. Hay relaciones abiertas; amigos con beneficios; aventuras causales; de una sola noche; todo, sin ningún compromiso. Hay muy poca exclusividad para el amor en nuestras vidas.
9. Lógica
Somos la generación que pretende dirigirse por la lógica: No sabemos cómo amar con locura… Ya to tomaríamos un vuelo a un país lejano solo para ver a un ser querido. Nos separamos debido a la distancia. Somos demasiado sensatos para el amor. Demasiado sensatos para nuestro propio bien…
10. Miedo
Somos también la generación del miedo: miedo a enamorarse; a comprometerse; a caer; hacer daño: a terminar con nuestros corazones rotos. No permitimos que nadie entre, ni tampoco permitimos querer a nadie incondicionalmente. Nos escondemos detrás de los muros que hemos creado nosotros mismos en busca de amor, y huimos en el momento en que realmente lo encontramos. De inmediato “no podemos manejarlo”. No queremos ser vulnerables. No queremos desnudar nuestra alma con cualquiera. Estamos demasiado bien guardados.