Salir a comer con amigos es una costumbre que fortalece los lazos emotivos. Además, es el momento perfecto para echar el chismecito y compartir tiempo de calidad con los que más quieres. Sin embargo, cuando vas a comer a un restaurante, no falta aquel al que “se le olvidó la cartera” y no puede poner su parte de la cuenta. Todos conocemos quién es ese alguien en el grupo de amigos y, quién sabe, quizá hasta podrías ser tú.
Estas historias no son nuevas, de hecho, podríamos enumerar las excusas que algunas personas ponen para no pagar su parte de la cuenta o hacerse responsables de su consumo. Por eso hoy te vamos a presentar a un sujeto que se quiso pasar de listo dejando solo 50 pesos mexicanos (2.5 dólares) de una cuenta de 2500 pesos (127 dólares). Obviamente, no fue del agrado de sus acompañantes. La historia quedó evidenciada en la cuenta de @hsjsudbsbd de TikTok.
Todo comenzó con un grupo de amigos que se reunió para cenar, hasta que, en medio de la reunión, uno de ellos tuvo que retirarse, dejando discretamente el pago de su cena sobre la mesa. Sin embargo, nadie esperaba que el amigo con el mayor consumo solo dejara 50 pesos a pesar de que su adeudo era diez veces mayor que esa cantidad. El resto del grupo se las vio negras al intentar pagar la cuenta, aunque el verdadero martirio lo sufrió el responsable una vez que escuchó los mensajes de voz que le enviaron sus amigos.
En cada uno de los audios, el locutor se escucha notoriamente enojado con su amigo, pues asegura que la cantidad que dejó ni siquiera equivale al monto del costo de una bebida del restaurante. Además, lo acusa de cometer el mismo error en ocasiones anteriores.
Eres un pendej*, ¿cómo se te ocurre dejar 50 pesos? Ni siquiera te alcanza para tu limonada. Pides ¡seis brochetas y un sushi! y te vas corriendo. Lo dejas así, calladito. ‘Me lo dejas para llevar’, y te vas a la ching*da. Así no funciona la vida, te lo juro. No, estás cabr*n.
—Amigo enojado
Durante una letanía de audios, el incrédulo amigo pierde los estribos hasta llegar a los gritos y le dice que “puede pasar una ocasión, pero consumir para luego irse sin pagar es un golpe bajo a sus acompañantes que ni enterados estaban de su plan”.
Debido a los audios podemos saber que el susodicho comió seis brochetas y un sushi. Además, no solo pidió una bebida, sino dos limonadas llamadas “Néctar del Olimpo” con un precio de 59 pesos cada una (60 para redondear, algo así como tres dólares), así que más les vale que las hayan traído del Olimpo. Al parecer, el hombre tuvo que dejar la vergüenza para que le cupiera tanta comida.
No soy tu put* banco. No te puedo pichar todos los perros días de tu vida. Ya estoy hasta los huev*s. Te voy a mentar la madre cuando yo quiera, porque la c*gas siempre que vamos a cenar. Y no lo admites, no admites. Y dices ‘ya la c*gué, no me puedes hablar…’ ¡Claro que te puedo hablar mal!
Al final del espectáculo auditivo, y de algún intercambio de palabras que más de uno se quedó con ganas de escuchar, los involucrados, que quedaron debiendo la propina del mesero, le cerraron la cuenta al aprovechado gorrón, diciéndole que debía 590 pesos (poco menos de 30 dólares), en realidad 588 pesos, pero con estas amistades es mejor redondear.