Probablemente, una de las cuestiones que más desvelos le provocan a los trabajadores es el asunto del retiro, pues dejarán de trabajar por edad o incluso porque de plano ya no pueden chambear y, entonces, ¿qué será de ellos?, ¿cómo sobrevivirán el tiempo que les queda? La respuesta de esta pareja estadounidense fue sencilla y contundente: vamos a vivir de viaje el resto de nuestras vidas.
Angelyn y Richard Burk pusieron en marcha sus planes de retiro desde el año pasado. Se retiraron de sus trabajos y vendieron su hogar en Seattle, Washington, Estados Unidos, con el fin de obtener los recursos que necesitaban para el proyecto de vivir sus años dorados en naves de crucero. A un año de haber iniciado su retiro del mundo laboral, están seguros de poder seguir con ello y lo presumen a los cuatro vientos.
El retiro perfecto
Hay quienes toda la vida se proponen “viajar algún día” y “conocer el mundo”, pues ¿adivinen qué?, los Burk hacen eso todos los días desde hace un año y simplemente no se cansan de hacerlo, tanto es así que están disfrutando su nuevo estilo de vida en crucero, recorriendo el infinito azul durante meses, con alojamiento de lujo, comiendo y sufragando sus gastos básicos “con el mismo boleto”.
La pareja estadounidense, por medio de los conocimientos de finanzas y la experiencia de Angelyn, quien se desempeñó como contadora hasta el momento de su retiro, determinó que era posible e incluso preferible vivir en “gira de cruceros” durante el resto de sus vidas, pues es más barato que sus otras opciones y les permite conocer todo el mundo “desde la comodidad de su hogar”, que resulta ser alguna cómoda habitación del crucero en turno.
El plan original
Al principio, pretendíamos residir en distintas naciones, cambiando de país cada mes, para eventualmente retirarnos a vivir en cruceros cuando envejeciéramos. Sin embargo, cuando hicimos cuentas, nos percatamos de que la vida en los cruceros (estaba a nuestro alcance casi inmediatamente).
– Angelyn Burk, explicando sus planes de retiro y cómo terminaron viviendo en cruceros
Al revisar los precios de las viviendas en su lugar de residencia, pudieron calcular un valor de venta para su hogar y resultó que les permitiría sufragar un modo de vida basado en cruceros, que resultaba, en comparación, sumamente económico: con un costo de aproximadamente 88 dólares la noche en un crucero (44 dólares cada uno), por tan solo unos 32 000 dólares al año. Además, con disciplinada austeridad, les sería posible mantener ese estilo de vida por muchos años.
Más barato que nuestra casa
Al darse cuenta de que el costo de vivir en casas fijas no solo igualaba, sino que superaba al coste de viajar en crucero todo el tiempo, recibiendo además todos los servicios, descubriendo constantemente paisajes increíbles y haciendo nuevas amistades provenientes de lugares exóticos, elegir este modo de vida no solo fue fácil, sino la opción más lógica, pues les permitía ahorrar respecto a lo que les costaba mantener otro estilo de vida.
Después de comparar los gastos que significa una casa y los costos de la vida en los cruceros de lujo, así como tomar en cuenta que los precios de vivienda en Estados Unidos se dispararon, en promedio hasta los 375 mil dólares y con valor de aproximadamente el doble para la residencia Burk, la decisión no fue difícil: ahora cargan sus posesiones materiales en dos maletas, que pasean entre distintas naciones, como Australia, Islandia, Italia y su favorita (al momento), Singapur.
Su viaje hasta ahora
Los viajes de los Burk han incluido varias travesías durante el año que llevan disfrutando su retiro, pero los más prolongados han sido un crucero de 50 días por el mar Adriático, que les permitió agasajarse con la panorámica europea. Sin embargo, su travesía más larga hasta ahora fue un viaje que les tomó 51 días desde su ciudad de origen hasta Sídney, Australia.
Sus viajes han “sido tranquilos”, pero la sombra de la pandemia de covid-19 siempre está al acecho y resulta particularmente letal para grandes cantidades de gente en espacios confinados (condiciones comunes en los cruceros) y resulta particularmente peligroso para personas que no tienen su esquema de vacunación completo. De cualquier modo, es un riesgo que los Burk han decidido tomar y hasta ahora les ha ido bien.