Un padre en Malasia demostró que el amor hacia su hijo es tan grande que no le importó dormir en un estacionamiento con tal de estar cerca de él. Con su pequeño internado en el hospital por un tumor, la familia tuvo que pausar su vida para dedicarla a su hijo. Mientras la madre se quedaba en la habitación con el niño, él montó un campamento en su coche para pasar las noches.
Adi Saifullizam Abul Sani, de 40 años, acampa en el estacionamiento del Hospital Raja Permaisuri Bainun (HRPB), en Perak, Malasia, desde el 6 de enero. En el interior del nosocomio, se encuentra su hijo Muhammad Afeed Mikhali, de ocho años, a quien de cariño llaman Mika. El pequeño ingresó al centro médico después de que lo diagnosticaron con un tumor y le programaran una cirugía para extraer algunas células.
Mientras su esposa, Aminah Othman, de 39 años, se encuentra en el área de pediatría en guardia con su hijo, el padre espera paciente en el estacionamiento, donde ha acondicionado su Proton Satria (un auto producido en Malasia) como su hogar temporal. A pesar de tener la oportunidad de alojarse en otros sitos, prefirió quedarse en el estacionamiento para estar alerta a las nuevas noticias de Mika.
Las imágenes del padre en su casa de campaña se han difundido en internet y vuelto virales, lo que ha atraído las miradas de personas caritativas, quienes le ofrecieron quedarse cerca del hospital, en el área de Ipoh. Sin embargo, Adi lo rechazó, pues estaba a media hora en coche del sanatorio, lo que le traería más gastos.
Mi esposa está en la sala con él. Pero no puedo soportar estar demasiado lejos. Si ocurre algo, al menos ya estoy aquí (…) No es tan cómodo dormir en un auto, pero está bien, siempre y cuando pueda estar cerca en caso de cualquier cosa.
—Adi Saifullizam Abul Sani, para ‘New Straits Times‘
Los médicos informaron a los padres que era imposible que su hijo se sometiera a una cirugía para extirpar el tumor porque era demasiado grande. El menor se encuentra estable y puede hablar y comer sin dificultades. Adi y su esposa le explicaron a su hijo su condición y pareció no entender del todo, pero extraña ir a la escuela a la que no había faltado antes.
Adi dijo que había recibido una llamada del Hospital Masjid Ipoh, que está a un lado del nosocomio en donde se encuentra internado su hijo. Alguien había reservado una habitación para él, lo que agradeció, pero prefirió quedarse en el estacionamiento hasta que su hijo sea dado de alta. Además, aseguró que la “intención de quedarme en el auto no es ganar simpatía”.
Tengo ganas de llorar, pero sigo diciéndome que no debo llorar frente a mi hijo. Necesito lucir fuerte para que él sea más fuerte, necesito lucir bien para que se vea mejor. Pero en el fondo, mi el mundo se derrumba.
—Adi Saifullizam Abul Sani, para ‘New Straits Times’
El padre tuvo que pedir una licencia sin goce de sueldo para poder estar al pendiente de la salud de su hijo. Según el Majoriti, cuando se le preguntó sobre el costo del tratamiento, dijo no estar seguro del costo real, pero que también necesitaría ayuda para ello, pues tiene otros dos hijos en casa a los que mantener, quienes se encuentran al cuidado de su familia inmediata.