Un padre en Brasil, de 50 años, no solo irá todos los días a la universidad para llevar a su hija de 18 años, sino que ahora será su compañero en el instituto, ya que se matriculó para estudiar Filosofía y logró asegurarse un lugar en las aulas para, a pesar de su edad, comenzar con sus estudios universitarios. No cabe duda de que para superarse no hay edad.
Actualmente, Adailton da Silva Carvalho es conductor de aplicación y también se ha desempeñado como electricista. Cuando era joven siempre soñó con ir a la universidad, pero la situación económica en casa no fue la ideal para continuar en su camino académico. Pero ahora, después de criar a dos hijas, ha retomado las riendas de su educación y apunta a convertirse en un profesionista.
Estudioso desde chiquillo
Adailton siempre fue un entusiasta de la lectura. Él consideraba sus libros como un buen pasatiempo y amaba estudiar. A los 13 años ya devoraba decenas de tomos solo por diversión. Sin embargo, la situación en su familia no fue la propicia para que se desarrollara en el estudio, pues cuando apenas tenía 15 años, su padre se fue de casa y tuvo que ser criado por su abuela, ya que su madre se fue a otra ciudad para trabajar por el sustento.
El hombre es del interior de Maranhão, un estado costero al noreste de Brasil. Ahí, las oportunidades para estudiar eran muy complicadas, por lo que comenzó a trabajar para apoyar con los gastos de casa. No había universidad pública y el costo de las escuelas privadas superaban las expectativas familiares, por lo que configuró otro plan para continuar con su vida.
Lo primero que hizo fue mudarse a Manaus, una ciudad a más de tres mil kilómetros de su hogar, donde trabajó en una empresa como electricista y vivía en una choza. Sus ánimos de estudio no mejoraron, pues decidió volver para terminar sus estudios en la escuela secundaria.
Con el tiempo, conoció el amor y se casó. Producto de su relación, nacieron sus hijas Adriele, de ahora 18 años y Alessandre, de 19. Siempre ha animado a sus hijas a continuar estudiando y lograr graduarse de una carrera. Sus hijas van bien encaminadas a cumplir ese propósito, pero ahora es el tiempo de Adailton de cumplir su propio sueño.
Durante todos estos años, mi padre ha hecho todo lo posible para que en nuestra casa no falte comida. Pagó con mucho esfuerzo el curso de preparación mío y de mi hermana y estudió a su manera, en YouTube. Estoy muy orgullosa de él y de que sea muy feliz en la profesión que eligió.
—Adriele da Silva para ‘Só Notícia Boa‘
Adailton hizo lo que pocos adultos se atreverían a sus 50 años: comenzar a estudiar una carrera universitaria. Se preparó desde casa para presentar el Enem, el examen estandarizado de evaluación brasileño que le daría su pase a la universidad. Después de rendir cuentas ante el examen, el padre consiguió un lugar en los salones de clases dentro de la carrera de Filosofía.
Por su parte, Adriele también consiguió un lugar en la Universidad Federal de Goiás, dentro de la carrera de Ciencias Biológicas. Ahora no solo compartirá los viajes a la escuela con su padre, sino que seguramente incidirán en su vida universitaria.
Quiero decirles a todos que nunca renuncien a sus sueños. Nunca es tarde para estudiar. Mis próximos pasos son estudiar inglés y hacer un posgrado.
—Adailton da Silva Carvalho