Kayla Filoon, una estudiante de la Universidad de Temple, Filadelfia, entró a una perrera y Cupido hizo de las suyas: un pitbull que se encontraba callado y enfermo llamó su atención; entonces supo que Russ sería su mejor amigo.
Russ tenía enfermos los ojos y la piel, le faltaba peso y le sangraba la cola, claros indicios de que necesitaba atención médica, pero sobre todo: amor. Kayla comentó:
Él no paraba de acurrucarse conmigo. Me enamoré.
Entre juegos y caricias, Russ demostró que Kayla sería su nueva madre y que de ahora en adelante iban a ser inseparables.
Un amigo de Kayla captó el momento justo cuando los dos, acurrucados en un sofá, demostraban su gran alianza y cariño.
Esta foto se ha hecho viral y en una entrevista que dio a Today comentó que antes de adoptarlo visitó a Russ y dieron un paseo, la canción Un cielo lleno de estrellas apareció en la radio y tomó más sentido para ella, “porque eres un cielo lleno de estrellas, voy a darte mi corazón”, dijo Kayla; “de hecho, yo lloré. Sabía que estaba destinada estar con él”. Concluyó.
Poco después regresó al refugio para adoptar a Russ y, desde entonces, no se separan. El can ya viajó a la costa este de Jersey a visitar a los abuelos de Kayla.
Para beneplácito de la gente del refugio, comentan que es un gusto saber que muchos de los perros a los que les buscan un hogar pueden tener tanto amor como el que Russ recibe de su humana, y que Kayla puede ser correspondida con la compañía incondicional de su gran amigo.
Sin duda, una historia que esperamos se repita a lo largo del mundo.