El amor cambia a las personas y lo que perciben a su alrededor. Es capaz de hacer que veamos con buenos ojos aquello que otras personas consideran malo. Amanda Liberty, una mujer de 37 años, planea casarse con alguien de 93. Aunque algunos no están de acuerdo con esta relación, les aseguro que no es por la diferencia de edad, sino porque ese “alguien” es un candelabro.
Amanda, originaria de Leeds, Yorkshire, en Inglaterra, no tiene una relación convencional. Ella se ha sincerado con el mundo y dice tener objetofilia y sentir un verdadero amor y compromiso hacia su candelabro Luminere. Las relaciones sexuales o emocionales con humanos no son lo suyo, pues prefiere volcase al lado de los objetos.
La primera vez que se enamoró de un objeto fue de una batería y ahora planea casarse con Luminere, un viejo candelabro alemán que conoció por eBay, del cual no pudo resistirse a sus encantos. Ella sabe que la objetofilia es algo difícil de comprender para algunas personas, pero ejemplifica que es similar a aquellos que sienten la energía de los cristales.
Incluso ahora es difícil de explicar porque no sé por qué me enamoro de los objetos, no puedo explicarlo. Pero me he aceptado por lo que soy y es por eso que vine aquí, porque quiero que todos los demás acepten y sean felices, porque me hace sentir feliz y contenta.
—Amanda Liberty
Objetofilia
El término fue acuñado por primera vez por Eija-Riitta Eklöf, una sueca que “se casó” con el Muro de Berlín el 17 de junio de 1979. Su relación, obviamente, no fue legal, pero aun así, la mujer cambió su apellido por Berliner-Mauer, el nombre en alemán del muro. Imaginen el espanto cuando en 1989 presenció la mutilación de su querida pareja de concreto.
Después de Eklöf, el término comenzó a utilizarse para definir a su orientación no convencional y en 1996, creó el primer sitio web, Objectum-Sexuality, enfocado en conocer qué es la objetofilia, un lugar donde las personas comparten sus experiencias y se apoyan entre sí.
Pero esto parece tener un origen aun más profundo. El animismo es un conjunto de creencias en las que se tiene la idea de que todas las cosas del mundo real, los animales, plantas, ser humanos y hasta los objetos inanimados y paisajes, tienen una vida anímica. De hecho, algunas de las creencias sostienen que la naturaleza está poblada de espíritus inteligentes o con conciencias místicas despiertas.
Una relación con compromiso
Cuando digo matrimonio, no me refiero a compararlo con el matrimonio de otro ser humano. Es más un compromiso, solo una expresión de mi amor y una celebración.
—Amanda Liberty
Liberty, quien, por cierto, cambió su apellido de Wittaker después de tener una previa relación a larga distancia con la Estatua de la Libertad, dijo en 2019 a New York Post que en su boda invitaría a sus amigos más cercanos y compraría anillos a juego para ella y su candelabro. Además, aseguró que no estaba segura de qué vestido ponerse.
La gente a menudo no puede entender que esto es solo una orientación natural para mí, que puedo encontrar la belleza en los objetos y sentir su energía.
—Amanda Liberty