Esta pareja de Canadá vivió un drama bastante parecido a la película Como si fuera la primera vez (2004) de Drew Barrymore y Adam Sandler; así es la vida imitando al arte.
Una mañana Laura Faganello despertó y vio a su lado a un hombre que no conocía, pero que la trataba con cariño, le decía que la amaba y le deseaba que tuviera un excelente día. Era Brayden, su esposo, pero ella no recordaba haberse casado con él porque perdió una parte de su memoria debido a un accidente.
Hace tres años la vida de Laura cambió cuando un poste cayó encima de ella y le golpeó la cabeza. Esto le produjo un fuerte traumatismo cerebral que afectó su memoria. Brayden la acompañó mientras se recuperaba, pero cuando recobró la consciencia, ella no podía recordar quién era él.
La pareja se había casado nueve meses antes, pero ella no recordaba nada de la boda ni del tiempo en que fue novia de Brayden. Fue un momento muy duro para ambos.
Fue desgarrador, pasar de reír y estar un buen rato juntos, a que ella no tenga idea de quién soy y se asuste cuando digo: que tengas un buen día, te amo, solo esa frase. Me sentí muy atrapado, sentí que me habían quitado las opciones.
– Brayden
Solo le quedaba una opción a este hombre: volver a enamorar a la mujer de su vida. Afortunadamente había muchas fotografías, cartas y recuerdos en físico de su vida de casados, así que poco a poco él fue ganándose la simpatía de su esposa sin memoria. Ella se sentía muy frustrada, pero decidió darle una oportunidad.
Fui con Brayden y dije que: no podía estar en un matrimonio que no recuerdo, pero quiero recordarte a ti. Quiero conocerte. Así que le pedí una cita [en un campo de golf] y en el tercer hoyo estábamos coqueteando.
– Laura
Brayden fue reconquistando a Laura hasta que finalmente le volvió a pedir que se casara con él. La pareja tuvo su segunda boda (la primera para Laura) y ahora están juntos y felices de nuevo.
Un accidente pudo haber acabado con su matrimonio, pero este varón no se rindió y siguió el ejemplo del personaje de Adam Sandler. Si su esposa no lo recordaba, lograría que se enamorara nuevamente de él. Solo nos queda decir ¡que vivan los novios… otra vez!