Lo que hacen algunos para ganarse unos dólares extra es bastante extraño, pero mientras estén ofreciendo algo que resulte útil a los demás, probablemente no debería haber ningún problema en rentar aquello que “te sobra” en casa.
A Laura Young, de 38 años y oriunda de Bletchley, en Buckinghamshire, Inglaterra, le sobraba en casa un esposo (James Young), quien tiene una amplia gama de habilidades de “hágalo usted mismo”, entre las que se destacan pintar, poner lozas, acomodar alfombras y decorar, por lo que decidió rentarlo por unos 46 dólares la hora. Resulta que la oferta era tan buena que se volvió un trabajo de todo el día, seis días a la semana.
Sí hay demanda para un esposo así
Laura, una madre de tres, tuvo la idea de rentar a su marido cuando escuchó el podcast de un hombre que se ganaba la vida armando los muebles desarmados en paquetes. La esposa pensó que su marido podía hacer eso y mucho más y, juguetonamente, empezó a presumir de las grandes habilidades de su esposo.
Luego de anunciar, mitad en broma, mitad en serio, el amplio currículum de “hace de todo en el hogar” de James, resulta que había mucha gente en necesidad de sus servicios e inmediatamente se disparó el negocio. Desde entonces, sus habilidades han sido requeridas a tal grado que tiene su agenda llena de solicitudes de su negocio de “renta un marido”.
Mejor que su “trabajo de día”
El volumen de las peticiones de trabajo son tales que James se vio obligado a abandonar su trabajo de día en un almacén para dedicarse de lleno al emprendimiento de su queridita. La mujer narra que al principio fue tan demandado que trabajaba de 9:00 a.m. a 8:00 p.m. todos los días, sin parar, seis días a la semana. Afortunadamente para James, la jefa permitió que redujera sus horas de 9:00 a.m. a 5:00 p.m. Aun así, su agenda está llena durante todo el futuro cercano.
Apenas habían pasado cuatro meses cuando llegamos a un punto en que el trabajo era tanto que James tenía que trabajar sin parar toda la semana. Aunque teníamos nuestros propios planes de construcción, simplemente ha resultado imposible llevarlos a cabo debido a que simplemente no le quedaba tiempo del día para trabajar en nuestros propios proyectos y hemos estado así desde enero.
Todo por su familia
James, que fue diagnosticado con autismo hace cuatro años, hace todo lo que puede para mantener a su familia, incluidos sus tres niños, dos de los cuales también tienen la condición de autismo. El matrimonio se reparte el trabajo, con James ensuciándose las manos y resolviendo problemas de campo, mientras que Laura promueve el negocio, organiza las citas y hace las cuentas.
En lugar de resultar una desventaja, Laura asegura que la condición de su marido ayuda a que su trabajo sea extraordinario:
Él tiene una mente sumamente metódica que le permite pensar de una manera objetiva, pues ve las cosas de un modo distinto a los demás; es realmente bueno construyendo cosas, ni siquiera se tiene que molestar en revisar las instrucciones.
Extendiendo la mano
Aunque el esfuerzo de rentar a su esposo no ha carecido de problemas (al principio la gente creía que “lo rentaba para algo completamente distinto”, según dice Laura), el negocio le ha permitido a la familia enfrentar la crisis económica. Además, se han distinguido por tener una filosofía de negocios honesta y que se preocupa por el prójimo.
Queremos mantener las tarifas al mínimo, además de ser completamente transparentes con las personas que piden nuestros servicios. Comprendemos lo que significa contar con un presupuesto limitado, por eso ofrecemos descuentos a gente discapacitada, a quienes se dedican a dar cuidados, a la persona que cuenta con el Universal Credit (un servicio financiero para gente de bajos recursos en Reino Unido) y a los mayores de 65 años.