Las redes sociales se han convertido en el lugar perfecto para dejar huella de nuestra vida. Poco a poco, la privacidad se ha ido desvaneciendo y es expuesta con fotos, videos y checks-ins de los lugares que visitamos. Para algunos padres y madres que han crecido junto al desarrollo tecnológico y de la comunicación es habitual tomarle fotos a sus hijos para compartirlas en sus redes, práctica también conocida como sharenting, anglicismo que viene de share (compartir) y parenting (paternidad).
Una foto del cumpleaños de la “bendición” puede no afectar a nadie, pero cuando los padres hacen pública la vida de sus hijos para conseguir likes, comienza el verdadero suplicio. Uno de estos casos es Jordan Cheyenne, una famosa madre youtuber, quien ha sido acusada de explotar a su hijo en redes sociales con tal de ganar reacciones.
this is so DISTURBING what is wrong with mom vloggers omfg pic.twitter.com/krUjM5Sfit
— elle ⚢ (@artangeIII) September 8, 2021
Jordan se encontraba junto con su hijo grabando un video en el que compartía la noticia de que su perrito había sido diagnosticado con parvovirus. Esta madre soltera californiana buscaba el cuadro perfecto para utilizar en su miniatura, pero al subir el material a YouTube, se olvidó de algo importante: quitar la parte donde instruía a su hijo para “actuar como si estuviera llorando”. El video titulado Tenemos el corazón roto fue duramente criticado por la manipulación del infante. Poco tiempo después, la madre aseguró que le daría una mayor atención a su pequeño:
Estoy molesta y horrorizada por lo que hice y no hay excusa para ello. Es terrible en muchos niveles. Amo a mi hijo más que nada y me arrepentiré de este momento por siempre.
—Jordan Cheyenne
Otra “madre moderna” enseñaba a las mami y los papis algunas de las técnicas de crianza que había desarrollado, como cobrar a su hijo de siete años una renta por los servicios de electricidad e internet, que tenía que pagar con tareas domésticas. En su sistema, el niño recibía un dólar por recoger la ropa, limpiar el jardín, entre otras actividades. Una parte iban para sus ahorros y otra para el pago de las cuentas que llegaban cada mes.
Para los niños, los primeros influencers que conocen son sus padres, por lo que tratan de comprenderlos e imitar sus actitudes y estilos. Por esa razón es importante que los padres tomen una gran responsabilidad en la manera en que comparten tanto su vida privada como la de sus hijos y que conozcan y entiendan lo que hacen y consumen sus hijos en internet.
Desgraciadamente, el exceso de información privada en redes sociales está causando un gran problema en la sociedad actual. El hurto de identidad se ha vuelto tan fácil, ya que en los perfiles de las personas puedes encontrar nombres completos, direcciones, escuelas donde estudian, fotografías y números de teléfono, por lo que es cuestión de tiempo para que alguien las tomé y finja ser otra persona.
Según la compañía de servicios financieros Barclays, el sharenting producirá 7.4 millones de casos de robo de identidad hacia 2030. Por ello es importante destacar que la huella digital de cada individuo comienza desde que los padres deciden tomar una foto y subirla a internet, sobre todo la sobreexposición que pueden tener los menores, a quienes se les expone en redes por un like.