Es natural buscar el bienestar de nuestros seres amados, pues queremos que siempre estén saludables y felices. Para ello estamos dispuestos a realizar sacrificios que de otra manera ni siquiera consideraríamos. No hay duda de que el amor es el combustible más poderoso en nuestras vidas.
En el caso de Sídney Nardes y de su esposa Amanda Aguiar, oriundos de la ciudad de Praia Grande, São Paulo, en Brasil, el amor que siempre se profesaron mutuamente dio raíz a una lucha conjunta para ayudar a Amanda a mantener su autoestima, protegiendo así su relación en una dinámica de apoyo y solidaridad incondicional.
“Me ha dado tanto”
Ella siempre me ha dado tanto… ahora yo puedo, en cierto grado, corresponderle por toda la alegría que me ha reportado al compartir nuestras vidas.
Todo comenzó por un casual pero desgarrador comentario de parte de Amanda, de 36 años, pues mientras se miraba en el espejo, la mujer llegó a la conclusión de que “estaba perdiendo la figura”. La declaración de su amada golpeó fuerte a Sídney, de 47 años, quien siempre estuvo al tanto de que su querida compañera quería aumentar su talla de busto. Sin embargo, también sabía que las operaciones son muy costosas, en especial cuando se trata de procedimientos estéticos especializados. Por ello empezó un proyecto para pagar los gastos de la operación y que Amanda finalmente fuera feliz.
Sacrificios y voluntad
Lloré mucho, pero entonces él me dijo: ‘Si es tu sueño, recuerda que los sueños están ahí para cumplirse’.
Sídney y Amanda pusieron en marcha un plan de austeridad para alcanzar la meta de la pareja: cualquier gasto no esencial fue eliminado y el ahorro en agua y luz fue muy importantes. Para una pareja con tres retoños resultó arduo, pero con paciencia y disciplina fueron avanzando, paso a paso.
Frutos de la solidaridad
Con mucho esfuerzo, la familia logró ahorrar dinero, guardando lo que iban juntando en un bote de galón. Desafortunadamente, tuvieron que emplear parte del dinero para apoyar al papá de Sídney, que tuvo problemas con su casa.
Aun así, los ahorros les reportaron unos tres mil reales (unos 600 dólares), descontando la ayuda al abuelo. En ese momento, Sídney tuvo la revelación de que juntos podían conseguir lo que quisieran.
Entendí que estaba siempre conmigo, en cualquier situación; es una supercompañera, mi mejor amiga; cuento siempre con su apoyo.
Prueba superada
Cuando por fin lograron alcanzar su meta de cerca de 20 000 reales (3900 dólares), fue un placer incomparable para Sídney poder ponerlos a disposición de su amada Amanda. El pasado viernes 18 de febrero, Amanda fue dada de alta del hospital Beneficência Portuguesa de Santos luego de una cirugía plástica de vientre y pechos.
El exitoso procedimiento se llevó a cabo junto con otro procedimiento que requería la compañera de vida de Sídney: el tratamiento de una hernia producto de una histerectomía total que se le había practicado medio año atrás. Así, no solo fueron capaces de cumplir sus deseos, sino que también protegieron la vida de Amanda. Les deseamos lo mejor a partir de ahora.