Encontrar el amor no es cosa fácil y a veces hace falta equivocarse varias veces en el camino para pegarle al gordo. De esta forma es como los desamores y ex se van acumulando, lo que es inevitable, pero, sin duda, cuando invitas a tales exnovias o exnovios a tu boda no hace falta esfuerzo extra para que haya cierto resquemor, así que lo que hizo esta mujer parece ser innecesariamente conflictivo.
Una mujer de Hunán, en China, decidió que lo mejor para festejar el día más feliz de su vida era invitar a sus exparejas al festín de su boda y hacerlos compartir mesa. Aunque la decisión parece ser bastante mala y hasta peligrosa, las redes sociales han tomado el asunto con actitudes que varían desde el escepticismo hasta el humor, llamando la atención sobre algunos detalles simpáticos y peculiares que parecen haberse descubierto durante la incómoda interacción de los exnovios.
La infame mesa donde los exnovios abundan
Por supuesto, invitar a un exnovio a la boda no es algo malo en sí, pues, de alguna manera, comparten recuerdos y pasaron parte de su vida juntos, pero, sin duda, que pongas a todos en el mismo espacio durante un momento tan emotivo como el de despedirse de una dolorosa etapa de su vida tiene tintes sádicos. Sin embargo, a final de cuentas, ellos decidieron asistir a la boda y someterse a este cruel castigo. Un par de los invitados de la singular mesa llegaron acompañados por chicas que aparentemente eran sus actuales parejas, pero no por ello se veían menos incómodos.
Si bien no queda claro cuáles era exactamente las intenciones de la novia al poner a tantos de sus expretendientes en contacto tan íntimo, y aunque hay quienes dicen que la chica simplemente quería dejar ir el pasado, el consenso general es que no tenía las mejores intenciones y que simplemente se le ocurrió que de ese modo no estarían tan cómodos, pero la maquiavélica maniobra tuvo consecuencias inesperadas con resultados hilarantes que las redes sociales no tardaron en señalar.
¿Los ex de la novia o primos largamente perdidos?
Una de las cosas que los usuarios de redes señalaron casi inmediatamente fue el tremendo parecido, casi fraternal, que todos los invitados en la mesa de los exnovios compartían, diciendo que bien podría ser la mesa de los primos lejanos reencontrándose. Esa situación llevó a todos a llegar a la conclusión de que la novia tenía un muy específico gusto que la llevaba a elegir a su pareja de entre un tipo muy específico de hombres. En las redes sociales, la gente se reía de que todos los exnovios se veían iguales o que compartían el mismo rostro.
Incluso hubo quienes señalaron que el asunto podía ser una broma, pues el cartel, que decía la mesa de los exnovios, parecía haber sido escrito con prisas, de último momento. Aun así, los chicos a quienes les asignaron la mesa compartían más que espacio y un tremendo parecido, pues su situación parecía ser igual de desafortunada, a juzgar por su actitud, y esto los llevó a un ambiente pesado en el que nadie se emocionaba demasiado y no había contacto visual entre los comensales. El modo en que se comportaban en la singular mesa era muy distinto al de las otras, donde la gente tenía un ánimo decididamente más festivo, tomando fotos y celebrando.
Esta situación ya había pasado antes y no fue tan incómodo
Según se reporta, la situación de la mesa de exnovios no es única, pues una novia en Cantón tuvo una ocurrencia similar el año pasado, cuando invitó a nueve de sus exnovios a su boda y en esa ocasión todos también tenían una apariencia extremadamente similar, que se vio acentuada por un estilo de vestuario y sentido de la moda similar. Esa ocasión no los obligaron a compartir mesa, sino que aparecieron con una cinta roja que mostraba la leyenda “Todos los exnovios deseamos a Ting una feliz boda” mientras uno de ellos se identificaba con una pequeña pancarta roja que igual los etiquetaba como “la mesa de los ex”.
Sin embargo, en esa ocasión, la situación fue mucho más cordial, sobre todo debido a que resultó ser solamente una broma, pues los invitados eran meramente compañeros de generación que habían crecido juntos con la joven Ting y se pusieron de acuerdo para hacer un gesto chusco e inolvidable en la celebración de unión de su amiga, tomándose, por supuesto, la reglamentaria foto con su “exnovia”. No queda claro si el asunto de los ex era solo una treta para avivar la boda, pero si tenemos que adivinar por las expresiones lóbregas de los invitados, si fue solo un chiste, a nadie le causó gracia, excepto, quizá, a la novia.