Para el amor no hay edad o al menos eso dicen los viejos enamorados y por eso abundan los casos de gente mayorcita que encuentra su media naranja en jóvenes. No te extrañe que una persona encuentre a su amor predestinado cuando menos lo espere y que por ello abandone hasta su bandera.
Tal es el caso de Caroline Knight, mujer oriunda de Oxford, Inglaterra, de 33 años, que tuvo un ligero cambio de planes cuando en lugar de quedarse 10 días a enseñar yoga en Perú, decidió quedarse a vivir ahí con un chiboro local de 19 años que le robó el corazón y ahora ha adoptado su propio cachito de selva amazónica como su nidito de amor.
La flexible inglesa y su beau amazónico
La vida de Caroline cambiaría para siempre tras conocer a la gente del país sudamericano, en particular a Rómulo Elier Huaman Roque, un granjero peruano de cacao que hacía de factótum durante el retiro donde la maestra, cuya especialidad es dar clases desnuda, tenía programado enseñar yoga. Su relación empezó muy casualmente, con el encierro por covid-19 como catalizador, y terminó en un romance que hacía que hasta los gritos de los changos parecieran sacados de una novela de amor:
Sin duda, 2020 ha sido el año más impredecible de mi vida, para que conste, nunca me imaginé que terminaría viviendo en las profundidades de la selva amazónica para 2021 y, sin embargo, levantarme cada mañana junto a Rómulo con el mágico aullar de los monos llamándose unos a otros a través del dosel de la selva hace que todas las dificultades valgan la pena.
– Caroline Knight
2020, un año de cambios: “Huyendo” del encierro
Caroline se encontraba en Perú en un viaje de estrictos negocios, para dar clases de yoga a un grupo compuesto por británicos en el retiro Hoja Nueva, al que se accede desde Puerto Maldonado, por lo que se fue directita a Sudamérica allá por marzo de 2020. El viaje se dio justamente antes de que se anunciaran las primeras medidas de encierro por covid-19.
En ese momento, el grupo de unos 12 integrantes tuvo la opción de permanecer en la jungla o volver a Puerto Maldonado, a unos 112 kilómetros. Aunque la mayoría de los demás decidieron volar de vuelta a su país, Caroline vio lo que tenía en Perú y lo comparó con la manera en que pasaría el encierro estando de vuelta en casa, así que supo que lo mejor era esperar en Sudamérica, aunque su alojamiento fuera sumamente rústico.
Inglaterra aniña a los hombres, la Amazonia los hace madurar
Allá en casa, en el Reino Unido, los hombres de 19 años son básicamente niños. Sin embargo, en la Amazonia, los hombres se ven obligados a crecer aceleradamente.
– Caroline Knight
Cuando le llaman la atención sobre la diferencia de edad que tiene con su amado peruano, la maestra de yoga asegura que Rómulo es “más hombre” que muchos de los “adultos” ingleses que conoce. Aunque hay 14 años de diferencia de edad, la maestra se siente amada y segura con Rómulo, con quien comparte sesiones de yoga al natural cuando hay privacidad. Desde que se quedó en Perú, Caroline ha trabajado duro, usando machetes y disponiendo un negocio de cacao, llamado Jungle Cacao Peru vía Instagram.
De su relación con el hombre amazónico de 19 años, la maestra dice que aunque suele ser reservado y callado, también es juguetón, cariñoso y de mente abierta, por lo que ya tenía planes de llevárselo a explorar el mundo. Además, dice que no puede esperar a regresar con él a su casa en el Reino Unido para que conozca a sus amigos y familia.
Nada dura para siempre ni en el amor ni en los negocios
Desde entonces, ha pasado el tiempo y poco queda de Rómulo en el perfil de Instagram del negocio que habían formado juntos. Muchos se preguntan qué ha pasado y Caroline, ahora de 36 años, ha roto muchos corazones al explicar que su romance ya pasó. Eso sí, ella sigue en el negocio del cacao debido a la ayuda de su examante:
No se vale que me vengan a reclamar por Instagram. Rómulo me enseñó cómo trabajar el cacao y cuando nos separamos, yo seguí con el negocio. Así son las cosas y no tiene nada de malo en que haya pasado así. Esa historia de amor es de años atrás, lo que leíste ocurrió hace ya mucho, no es para que me reclamen.
– Caroline Knight