El 1 de febrero de 2021 se puso en marcha el proyecto de una misión espacial llamada Inspiration4, que estuvo integrada por cuatro civiles a cargo de Space Exploration Technologies Corp., SpaceX, la compañía de tecnología para viajes espaciales con sede en Hawthorne, California, fundada en 2002 por Elon Musk.
El prospecto de participar en la expedición, que estaba proyectada para ser la premier de entre los “cruceros espaciales” turísticos y de la colonización espacial, era un medio realista para acercarse al sueño de todo amante de la aventura espacial. Sin embargo, les faltaba un integrante y para elegirlo se realizó un rifa, en la que un afortunado ganó el tercer puesto dentro de la tripulación, pero, lamentablemente, no lo pudo disfrutar.
Un ganador desafortunado y un amigo afortunado
Chris Sembroski, de 42 años, fue designado como el tercer miembro de la tripulación del Dragon, cápsula reutilizable de viaje espacial, de la misión Inspiration4. El astronauta comercial, ingeniero de datos, aviador militar y técnico se unió al grupo de cuatro astronautas, pero no fue porque corrió con suerte.
En realidad, Sembroski es un suertudo excompañero del hombre que ganó la rifa en la que se ofrecía el lugar en la misión como premio. El astronauta conoció al verdadero ganador durante sus estudios en la Universidad Aeronáutica de Florida Embry-Riddle, pero su generoso amigo prefirió permanecer anónimo luego de haberle cedido su lugar.
Catarsis
Sin embargo, el secreto no duró mucho tiempo y luego del lanzamiento del 15 de septiembre de 2021, que resultó, según los responsables de la misma, un rotundo éxito, se empezó a conocer la identidad del verdadero ganador de la rifa del tercer puesto de la Inspiration4.
El verdadero campeón fue el también aviador Kyle Hippchen, quien se había visto obligado a prescindir del premio debido a que pesaba 330 libras, unos 150 kilogramos, cuando el límite de peso para la misión era de 250 libras, poco más de 113 kilos.
Duele demasiado. Estoy locamente decepcionado, pero es lo que es.
La tripulación
De entrada, la misión de cuatro integrantes conocida como Inspiration4 estaba proyectada para ser comandada por el empresario Jared Isaacman. La oficial médico de la tripulación sería Hayley Arceneaux, una trabajadora de la salud perteneciente al personal del St. Jude Children’s Research Hospital, institución que sería la principal beneficiada por los recursos reunidos por esta misión, sobreviviente de cáncer y la primera persona con prótesis en viajar al espacio.
Un tercer miembro sería elegido por sorteo entre quienes hicieran donaciones al hospital St. Jude durante el mes de febrero de ese mismo año (hablamos, por supuesto, de Kyle Hippchen) y, finalmente, un cuarto viajero sería elegido entre los empresarios que usaran el sistema crediticio de la compañía de Isaacman, Shift4 Payments.
No eres tú, es tu peso
Debido al trasfondo técnico y aeronáutico de Hippchen, de 43 años de edad, era perfectamente consciente de que su peso era un factor de seguridad que era imposible de ignorar, por lo que tuvo una crisis mientras se devanaba los sesos alrededor de las opciones que tenía para perder los casi 40 kg que lo separaban de la posibilidad de participar en Inspiration4. Al tomar en cuenta que en total hubo cerca de 72 mil participantes elegibles para el premio, haber salido ganador es realmente un evento “astronómico”.
Finalmente, resignado, ya que perder 40 kilos en siete meses era posible, pero no lo más saludable, el aeronauta ganador del premio decidió anunciar su situación y solicitó que se le otorgara su asiento a la persona que él sabía que podría apreciarlo igual que él, es decir, su amigo Sembroski, quien también había participado en el sorteo con 50 dólares, mientras que Hippchen había donado 600 dólares.
Generosidad increíble
El patrocinador del vuelo, Isaacman, aprobó la decisión de Hippchen de designar a un reemplazo que tomara su lugar como tripulante cuando estuvo al tanto de la situación.
El resto es historia, literalmente. Al observar el lanzamiento de la misión desde un salón VIP el 15 de septiembre de 2021, Hippchen fue reconocido como el verdadero ganador del premio y su versión de los hechos se dio a conocer eventualmente. La misión fue exitosa y logró recaudar datos científicos, los recursos financieros que se proponía reunir para el hospital, y no pocas sonrisas y recuerdos, algunos felices, otros, amargos.