En 1991, los cuerpos de Doris Washington, de 29 años, y su hija Nishonda, de 13, fueron encontrados sin vida en un apartamento de vivienda pública incendiado. Las sospechas y declaraciones se fueron definiendo hasta llegar a Darryl Anthony Howard, quien fue condenado en 1995. Sin embargo, tras 23 años en la cárcel y una lucha por los derechos civiles, Howard fue exonerado de los cargos después de descubrir que el detective del caso falsificó información y realizó una investigación inadecuada.
Un jurado federal de Carolina del Norte anuló la condena de Howard y le asignó una suma de seis millones de dólares por compensación de daños. Sin embargo, no estaba ni cerca de lo que los abogados pedían. Un caso injusto en el que Howard podría haber pasado hasta 80 años preso por la condena que se le dictó.
Howard, de ahora 65 años, sostiene que Darryl Dowdy, el exdetective de la policía de Durham, Carolina del Norte, inventó evidencias en el caso y el juicio que resultaron en su condena en 1995. Según el abogado de Dowdy, Nick Ellis, este niega las acusaciones de la demanda y “acepta la decisión del jurado, pero no está de acuerdo con sus conclusiones”.
Los abogados de Howard habían solicitado 48 millones de dólares en daños; dos millones por cada uno de los 21 y medio que pasó en prisión y cinco millones por el impacto en su vida después de su liberación. Sin embargo, al jurado se le hizo una cifra exagerada, por lo que decidió darle solo seis millones.
Crónica de los hechos
El 27 de noviembre de 1991 fueron encontrados los cuerpos sin vida de las Washington después de un incendio en su casa dentro de un complejo en Few Gardens, conocido por estar plagado de delitos y tener cercanía a pandillas. Los cuerpos estaban desnudos y boca abajo en una cama. Doris murió por un golpe en la cabeza, mientras que su hija fue estrangulada. Las autopsias revelaron un desgarro en la vagina de Doris y esperma en el ano de Nishonda.
Cuatro años después, cuando el jurado condenó a Howard por incendio provocado y cargos de asesinato en segundo grado, este argumentó que los responsables de los crimines eran los New York Boys, una peligrosa pandilla, y que él era inocente, ya que su ADN no se vinculaba al del esperma encontrado dentro de la adolescente.
Washington vendió o almacenó drogas en su apartamento de dos pisos para la pandilla, y ella y Nishonda fueron violadas y asesinadas para enviar un mensaje brutal después de que Doris les debía dinero.
—Abogados de Darryl Howard
En una declaración para el jurado en 1995, una mujer llamada Angela Oliver, entonces trabajadora sexual, adicta a las drogas y con graves enfermedades mentales, testificó que vio a Howard golpear a Doris, mientras que su hija gritaba. Además, afirmó que lo escuchó decir que tenía que quemar sus cuerpos. Tiempo después se redactó de su testimonio, diciendo que Dowdy le dio la información.
La documentación indica que Oliver estuvo durante 45 minutos dando su declaración, pero la parte grabada solo dura 10 minutos. Los abogados de Howard señalan que Dowdy detuvo la cinta y desapareció notas del caso para proporcionar el testimonio de Oliver. Otra de las inconsistencias en los reportes es la afirmación de que el esperma encontrado en la adolescente pertenecía a su novio, con el cual había sostenido relaciones sexuales consensuadas.
Las pruebas de ADN vinculan el material genético a un miembro de la pandilla New York Boys, de entonces 15 años. Se sabía que las pandillas reclutan a menores para cometer delitos violentos, ya que, probablemente, enfrentarían penas menos severas. Howard dijo que los testigos dieron información clave después de que fue anunciada una recompensa de 10 mil dólares en el caso.
Parte de estos argumentos fueron presentados por Howard en el juicio civil federal en 1995, pero aun así, se le encontró culpable. El hombre se había involucrado en venta de drogas y numerosos tiroteos, pero ninguno estuvo relacionado con el caso de las Washington. A pesar de que esto pudo posicionarlo como un peón fácil de sacrificar, consiguió su libertad justamente.
Los abogados de Howard pidieron al jurado ignorar los anteriores ataques de Howard, diciendo que todos merecen justicia a pesar de sus elecciones de vida. Howard fue liberado en 2016 y el gobernador Roy Cooper lo indultó en abril de 2020.