Sabes que encontraste a la mujer ideal cuando no le importa la ropa que uses, los restaurantes que visitas, el trabajo que tienes o el lugar en el que vives. Y sobre todo, sabes que es amor incondicional cuando no tienes ni ropa, ni trabajo, ni casa y aún así ella sigue ahí.
Que algo sea difícil no lo hace imposible y esta pareja es la muestra de que el amor verdadero existe. La única condición de esta pareja es la condición de pobreza que ambos viven, pero ni la falta de un trabajo o de un techo sobre sus cabezas son impedimento para su romance, y su historia de amor fue capturada por la cámara del fotógrafo Muchiri.
Muchiri es el dueño de la compañía Muchiri Frames cuyo trabajo principal es hacer sesiones de fotografías de bodas en Kenya. Un día Muchiri conoció a un vagabundo que estaba descansando en el césped de Park Central en Nairobi. El vagabundo se llamaba Sammy, pero es mejor conocido por el apodo Blackie.
Conversando con Blackie, le preguntaron si acaso tenía novia y él respondió que sí. Muchiri notó un brillo en la mirada de Blackie mientras hablaba acerca de su querida Virginia, quien también es una vagabunda a la que conoció en las calles.
Blackie relató que Virginia tenía al menos dos años viviendo en las calles, y que después de hacerse amigos hubo un gran afecto que creció en ambos hasta que decidieron ser una pareja.
Muchiri quedó tan impresionado con la alegría y cariño que Blackie relataba su historia de amor, que se comprometió con él para hacerles un pequeño obsequio cuando se acercara el día de San Valentín: una sesión de fotografía y un día pagado de embellecimiento para los dos.
Así que Blackie y Virginia se dejaron consentir. Les regalaron ropa nueva, les arreglaron el cabello, las uñas y al final quedaron irreconocibles. Muchiri dijo que quería compartir fotografías de la pareja para mostrar que:
Debajo de toda la suciedad, la ropa hecha jirones y las palabras arrastradas, se encuentran individuos hermosos que prosperarían como el resto de nosotros si les ofreciéramos las oportunidades.
Blackie y Virginia, de vagabundos a modelos, son la muestra de que el amor es ciego y no se necesitan cosas materiales para que el cariño florezca. Mujeres que gasten hay muchas, quédate con la que pueda estar contigo en tus peores momentos.