Una mujer originaria de Zapopan, Jalisco, México, fingió su propio secuestro para estar un rato en paz con su novio, quien no es aceptado por la familia de la embustera. La verdad salió a la luz debido a que la madre de la “afectada” le sacó la verdad con una simple mirada, como lograría cualquier jefecita.
La mentira, que bien podría ser cualquier capítulo de La rosa de Guadalupe, comenzó cuando la madre de cuatro aseguró que un grupo armado le cerró el paso al taxi en el que viajaba. Después agregó que fue llevada en contra de su voluntad a un domicilio no especificado.
Una vez en la dirección inventada, la Sherri Papini moderna contó que, después de encontrar una rosa blanca, un ente se apiadó de ella y logró escapar. Más o menos así fue la versión que escucharon las cuatro patrullas que arribaron a la tienda ubicada en la colonia Ciudad del sol.
Entre los señores justicia también se encontraba la progenitora de la mujer, quien escuchó todo con la ceja bien levantada y una mirada de “¿Me quieres ver la cara de estúp*da?”. Ante la infalible técnica, la hija soltó la sopa y confesó que se había inventado todo para pasar unas horas con su enamorado sin que la molestaran.
Fue así que el alboroto, que causó la movilización policíaca, se resolvió fácil y rápido, pero suponemos que a la farsante no le quedará de otra más que tener un novio en su imaginación, porque, seguramente, su madre santa ya no le cree ni los buenos días.