Varones, no cabe duda: el amor puede encontrarse hasta en el lugar más inesperado, como en Rusia, por ejemplo…
Este Mundial 2018 fue uno de los más seguidos y festejados en mucho tiempo. Y, aunque el equipo mexicano fue eliminado en octavos de final ante Brasil, hay caballeros que no regresaron a su país con las manos vacías, como Miguel, el joven que regresó con todo y una bellísima rusa.
Así es, Miguel Minoru tuvo una de esas historias que todos hemos escuchado pero que pensamos que jamás en la vida nos sucederá. Todo comenzó cuando Miguel y sus amigos se encontraban buscando una taberna que les habían recomendado, pero como todas las señalizaciones estaban en ruso (literal), se perdieron un poco.
El joven le pidió orientación a una chica de nombre Cristina y ella los acompañó hasta el lugar. En ese momento se enamoró y en seguida la invitó a salir. Desde ese día en adelante, la pareja fue inseparable.
“Me dijo que me acompañaba. La invité a comer, me dijo que no, pero me dio su teléfono. No hubo día que no nos viéramos o habláramos. Es difícil de explicar, solo me enamoré”, dijo a distintos medios.
Miguel dice haber asistido a la mayoría de los partidos de México, pero su ilusión con esta chica lo llevó a perderse el último partido, donde el equipo tricolor salió eliminado.
“No soy tonto, al principio pensé que solo era la emoción de haber conocido a alguien, pero con el paso del tiempo vi que era algo real”.
Ambos vieron la final de Francia contra Croacia y después el hincha azteca regresó a México para contarle a su familia sobre su maravillosa novia y que se quería casar con ella.
Finalmente, Miguel regresó a Rusia y le propuso matrimonio en el lugar donde se conocieron, y es así como una historia de amor mundialista se sigue escribiendo. ¡Felicidades a la pareja!