Salió a comprar leche y volvió a casa convertido en millonario; la suerte de verdad le sonrió a este sujeto feo, pero afortunado en el juego y el amor.
Darren Donaghey es el hombre con más suerte del mundo. No solo tiene una hermosa pareja y una familia que lo ama, sino que acaba de ganar la lotería Monopoly de más de un millón de dólares.
Darren se volvió famoso en el 2014 cuando él y su novia, Kate, entraron a una competencia de parejas disparejas. El concurso Punching Above your Weight fue organizado por una estación de radio en Inglaterra y consistía en votar por hombres feos que salían con mujeres hermosas.
Ellos se volvieron la pareja ganadora pues sus apariencias era muy desproporcionadas. Él era feo como una blasfemia y ella todo un encanto; nadie entendía como podían estar juntos y gracias a eso, ganaron una luna de miel completamente pagada.
Afortunado en el amor, Darren también lo sería en el juego y al comprar un billete de lotería Monopoly Classic, que le costó cinco dólares, se ganó una fortuna de 1,168,552 dólares.
Al principio Kate no lo podía creer. Su hermano ya le había hecho en el pasado una broma diciéndole que Darren había ganado la lotería, y cuando le dieron esta noticia creyó que se trataba de otra jugarreta pesado entre hermanos.
Fue hasta que el mismo Darren le mostró el billete ganador cuando se dio cuenta que en realidad habían ganado y que eso cambiaría por completo sus vidas. Ellos solían vivir en un pequeño departamento con sus dos hijos autistas de tres y seis años de edad, y Darren los mantenía con un modesto empleo como supervisor en un centro de llamadas telefónicas.
Con su nueva riqueza, la familia Donaghey se mudó a una casa mucho más grande, pero también dieron mucho dinero a organizaciones de beneficencia para personas con autismo. Tal vez es feo por fuera, pero este hombre también tiene un gran corazón.
Además de que renunció a su trabajo para pasar más tiempo con su familia, él tiene planeado que su nueva casa tenga un cuarto especial para sus hijos y dice que ahora podrán darles todo el apoyo médico y terapéutico que necesitan.
Al amor de su vida no le importó que fuera feo y así lo quiso: en salud y enfermedad, en pobreza y riqueza; ahora a la familia Donaghey solo le queda disfrutar de la gran suerte de Darren.