Daysi, el perro militar, rompió los corazones de cientos de hombres y mujeres que habían trabajado con ella durante su tiempo en el ejército cuando se le diagnosticó un cáncer terminal.
Este pastor alemán sirvió lealmente en la escuadrilla 802 A de las fuerzas de seguridad K-9 del ejército americano. Daysi fue certificada para unirse al equipo de detección de narcóticos en enero de 2014 por el Comando de Educación y Entrenamiento de Aire.
Un chequeo inicial no mostró nada anormal, sin embargo, una evaluación de seguimiento detectó un tumor. Se encontró que el tumor estaba empujando un nervio y causando su dolor, pero debido a la ubicación, los médicos eran incapaces de operar, lo que haría que el cáncer se extienda al resto de su cuerpo.
El encargado del departamento de entrenamientos, el Sargento Kevin Nelson dijo:
“La noticia de la disminución de la salud de Daysi nos golpeó fuertemente; este tipo de noticias siempre lo hace. La eutanasia de los perros militares es un último recurso y tratamos de abordar todas las opciones disponibles antes de llegar a eso, la mayoría de nuestros perros son adoptados o continúan con su servicio en un departamento de policía civil”.
Cuando se les dijo que el perro militar tenía que ser puesto a dormir debido a una forma agresiva de cáncer y un tumor maligno, decidieron honrar su regreso a casa, donde le sería aplicada una eutanasia para evitarle sufrimiento.
Daysi fue compañera del sargento Paul Olmos, quien mencionó nunca antes haber tenido un perro. Los dos formaron un equipo muy especial, sobre todo por que pasaban todo el tiempo juntos.
El sargento Olmos dijo:
“A través de todo el entrenamiento que hemos hecho juntos y los largos días de 12 a 14 horas continuas, éramos solo ella y yo, ella es mi compañera. Soy soltero y no tengo familia inmediata aquí, así que venía los fines de semana sólo para visitarla y llevarla a correr, ni siquiera te puedo decir cuánto tiempo pasamos juntos”.
Daysi fue enviada de regreso a casa con honores, después de que sus compañeros de todo el escuadrón se alinearon afuera de la clínica veterinaria, sonando sirenas de patrullas durante toda la procesión, con la final de demostrarle cuanto significó para ellos y acompañarla en sus últimos momentos de vida.
Es difícil mirar las fotos y ver el auténtico dolor que demuestran estos hombres y mujeres que convivieron con Daysi durante su tiempo de servicio en la milicia, pero al menos mostraron su aprecio con esta despedida.