El código Da Vinci es para nerds, ¿a quién le importa? A mí que me hablen de cosas prácticas que pueda usar en la vida real, por ejemplo, cómo ganar la lotería… y eso es justamente lo que esta pareja de retirados logró averiguar, para sorpresa (y envidia) de todos.
Así es, una pareja de abuelos logró hacerse de casi 28 millones de dólares en ganancias de la lotería al descubrir un agujero legal que les permite ganar regularmente. Jerry y Marge Selbee, oriundos de Michigan, Estados Unidos, vendieron su miscelánea en 2003, como parte de su plan para retirarse a sus 60 años, pero poco después, Jerry descubrió un “truco” para ganar el gordo y decidió aprovecharlo.
Minita de oro
Cuando se encontraban cerrando su tiendita, Jerry, que tiene licenciatura en Matemáticas, se dio cuenta de una característica muy interesante en Rolldown, una lotería estatal de Michigan, que permitía que pequeños ganadores se llevaran parte del premio en lugar de ir juntando el dinero con el fin de obtener un premio acumulado para quien le atinara a los seis números del sorteo.
Así, quienes le atinaban a cinco, cuatro y hasta tres números se llevaban pequeños premios proporcionales. Jerry dijo que en tres minutos supo cómo descifrar el código para ganar siempre bajo esas condiciones. Literalmente podían meter 1100 dólares y recuperarlos con un 73 por ciento de ganancia.
El método
En una lotería en la que tienes que adivinar seis números para el premio mayor, pero que con cinco atinados te da algo, con cuatro correctos tienes 1000 dólares y con tres números recuperas 50 dólares, es posible romper el sistema y ganar siempre o al menos eso dice Jerry y sus resultados no mienten. Sus palabras exactas fueron:
Esto dije yo: si juego 1100 dólares, tengo un ganador de cuatro dígitos, que me da 1000 dólares de vuelta. Luego, de esos mismos 1100 dólares tendré 18 o 19 ganadores de tres dígitos, que me dan 50 dólares cada uno o lo que es lo mismo 900 dólares. Así, metí 1100 dólares y saqué 1900 de vuelta.
El terror de las loterías
Debido a lo “infalible” del modelo, Marge y Jerry pronto estuvieron disfrutando de sus enormes ganancias. Al jugar miles de dólares en el juego, lograban ingresos que superaban por muchísimo a lo que jamás obtuvieron con trabajo duro.
Jugamos 515 mil y obtuvimos 853 mil de vuelta.
Claro que las loterías tienen como objetivo obtener ganancias dado el margen existente entre boletos comprados y premios entregados. El hecho de que sus jugadores logren ganar siempre no está contemplado en su modelo de negocios, por lo que ese sorteo de la lotería de Michigan fue cerrado de improviso en 2005, dos años después de la llegada de los Selbee.
En busca de otro “pichón”
Igual que cuando un depredador ha probado la sangre y no hay quién evite que busque más, los Selbee empezaron a buscar nuevas “víctimas” de su esquema de ganancias perfecto y así encontraron un sorteo con condiciones similares a las de la difunta lotería en Massachusetts.
Con su nuevo coto de caza identificado, los Selbee empezaron a hacer viajes de casi 1500 kilómetros a Massachusetts cada vez que había un sorteo tipo rolldown en la lotería Cash Windfall del estado. La pareja compraba cientos de miles de boletos en dos tiendas locales.
Haciendo carrera de jugadores
El juego se convirtió en un trabajo de tiempo completo para los jubilados, quienes llevaban a cabo viajes de negocios que duraban de 11 a 14 días, los cuales pasaban alojados en un motel de South Deerfield, que era su base de operaciones, pero lejos de ser un trabajo aburrido, se trataba de algo que disfrutaban hacer e incluso esperaban con ansias.
Su primer juego en su nueva minita de oro fue de 80 mil dólares, con 400 mil boletos, y su última compra ascendió a 712 mil dólares, con 366 mil boletos. Sus ganancias superaron por mucho a las obtenidas en Michigan y, adivinaron, el tesorero de Massachusetts terminó cerrando su sorteo Cash Windfall, seguramente debido a los Selbee.
Fortuna y fama
Aunque para Jerry y Marge, este esquema de ganancias era tanto un pasatiempo como un modo de ayudar a su familia a prosperar holgadamente, para quienes presenciaron sus hazañas pareció arte de magia e inspiró a los cineastas a crear una película retratando sus andanzas.
La fórmula ganadora de Jerry y Marge (2022), con Bryan Cranston como Jerry y Annette Bening como Marge, narra este episodio en la vida de un matrimonio común que resultó ser todo menos corriente debido a un momento de iluminación matemática y a sus ganas de aventarse a la aventura de sus vidas.