En una metrópoli como la Ciudad de México, donde millones de personas conviven diariamente, la historia se forma en los barrios, las calles y en cada una de las estaciones de metro que unen al corazón de México con arterias subterráneas. Es ahí, donde apretados, con el calor atiborrado y la premura encima, se dictan las anécdotas, de esas que no se venden “a diez, a diez, a diez”.
En una de las parados del Sistema Metro, un hombre se encontraba aturdido por la tristeza, pues su padre había muerto y lo acababan de sepultar. Sin embargo, tuvo que regresar a la oficina por asuntos “urgentes”. El hombre tenía una ruta de varias estaciones por recorrer, iba desde Universidad, al sur de la ciudad, hasta Niños Héroes, en el centro, 11 paradas en total.
Puede ser agobiante estar entre tantas personas y sentirse solo, pero él no lo estaba. Según cuenta, una chica se acercó a él y, sin decirle mucho, le entregó un chocolate con una nota con un gran sentido de empatía, que lo ayudó a sobrellevar su día.
Te prometo que todo el dolor que sientes va a pasar; llora todo lo que necesites porque después viene algo mejor. Quiérete mucho.
—Mensaje escrito en el papel.
La historia fue replicada por la página de Facebook Metro Tacubaya, quien comparte historias que se forman en el subterráneo. El hombre esperaba que la chica que le dio su apoyo en un momento tan difícil pudiera ver el mensaje para agradecerle “y decirle que en el mundo hacen falta más personas como ella”.
A la publicación en la red social se le sumaron decenas de comentarios, en que los usuarios se mostraron conmovidos por la historia y contaron anécdotas personales y cómo el poder de las palabras influye en la vida de otras personas. Además, expresaron lo difícil que son las pérdidas de seres queridos.