Cuando Julio Casto, un maestro de matemáticas en una escuela privada en Los Ángeles, California, fue guiado por sus alumnos a un evento especial, él creía que se trataba de un evento de la secundaria. Sin embargo, sus alumnos habían preparado una sorpresa. Cuando llegó al lugar, el profesor quedó conmovido, ya que sus estudiantes se habían organizado para comprarle un auto y facilitarle su traslado a la escuela.
Julio, de 31 años, es originario de Perú y da clases de Matemáticas en la YULA Boys High School, un colegio judío ubicado en el barrio de Pico-Robertson, de Los Ángeles, California. Según informó Los Angeles Times, todos los días, el maestro se despertaba a las 4:30 a.m. para comenzar su rutina diaria de transporte a la escuela, desde su hogar en Santa Clarita.
Después de salir de casa, Julio se deslizaba en su scooter en un viaje de 11.2 kilómetros hasta la parada del autobús. Durante 90 minutos se sentaba en el colectivo hasta llegar a Century City, de donde volvía a tomar su scooter para llegar a tiempo a la escuela. El maestro no solo daba sus clases, sino que sacrificaba su tiempo de almuerzo para poder enseñarle a algunos de los chicos. Volvía a su casa sobre las 9:30 p.m.
Se aseguró de que entendiera todo el material sentándose conmigo durante sus pausas para el almuerzo y sacrificando su tiempo después de la escuela, donde podría llegar a la parada del autobús de regreso a casa.
—Joshua Gerendash, estudiante de último grado
@yulaboys math teacher Julio Castro was waking up at 4am and returning home after 930pm to teach in YULA. He had to take a bus and a scooter to work.
So the students raised $30,000 and bought their math teacher a @MazdaUSA 3 Hatchback.
Incredible! pic.twitter.com/oOp7i8Jj0d— Mordechai Burg (@RavBurg) August 27, 2022
Los estudiantes entendieron la situación de su maestro y el cariño que tiene hacia la enseñanza y el aprendizaje de sus alumnos, por lo que se organizaron para reunir fondos y sorprenderlo con un auto nuevo. Juntaron 30 000 dólares entre cooperaciones voluntarias, apoyo de otros profesores, padres de familia y personal de la escuela, quienes se unieron para agradecer el esfuerzo que Julio impregna en su trabajo.
Con ayuda de varias organizaciones sin fines de lucro, como Galpin Motor y The Change Reaction, lo chicos de Yula pudieron proveer a su maestro un Mazda CX3 2019 azul oscuro con un motor de 2.4 litros, tracción delantera en línea, asientos de cuero, un estéreo Bose, techo corredizo y poco menos de 50 000 kilómetros en el tablero. De la misma manera, el profesor se llevó las llaves del coche con un año de gasolina y seguro pagados.
Me siento sorprendido. Me siento especial. Así que gracias a mis alumnos. Ellos también son como mis hijos. Ahora que tengo un auto, puedo dejar a mis hijos todas las mañanas. Y luego, viniendo aquí con tiempo de sobra, puedo usarlo en mis planes de lecciones. Luego, en mi camino de regreso, el tráfico sigue siendo malo, pero podré llegar a la cena.
—Julio Castro para KABC
Uno de sus estudiantes, Charlie Leeds, de último grado, le dijo al diario californiano que el profesor Julio encontrará alguna manera de devolver el favor. El joven expresó que el maestro siempre trata de ayudar al prójimo y les ha enseñado valores como la empatía. Además, aseguró que el auto solo será el medio por el que encontrará más formas de ayudar a otras personas a su alrededor.
Julio siempre sobrepone una buena cara ante las situaciones complicadas. El maestro dijo a Los Angeles Times que siempre les decía a sus alumnos que “cuando la vida no salga como ustedes quieren, ¿qué hacen? No lloren por eso. No se quejen por eso”. Julio promulga ser agradecidos con lo que se tiene, salir adelante y, algún día, “sucederán algunas cosas buenas”.