El Campeonato Mundial de Futbol es de esos eventos universales que hermana a los pueblos, despierta rivalidades amistosas y mueve el corazón de millones de personas en todo el mundo. Por eso no extraña que disfrutarlo sea parte de los deseos de muchos e, incluso, llega a estar en sus “cosas por hacer antes de morir”.
La usuaria ecuatoriana de Twitter @Vane_MSA compartió en sus redes sociales cómo su abuelito de 85 años se lanzó a comprarse la mejor y más grande pantalla en el mercado para disfrutar al máximo la mayor fiesta del futbol, o sea, el Mundial Catar 2022, que iniciará este 20 de noviembre. Cuando sus hijos le reclamaron su decisión, el abuelo dejó claro que no aceptaba reproches, pues les dijo que “lo compró para disfrutar de su último Mundial”.
La compra de la discordia
Según Vanessa, la adquisición de la pantalla más grande que pudo permitirse su abuelo despertó la desaprobación por parte de sus tíos, quienes confrontaron a su padre por la “irresponsable compra”. Sin embargo, cuando encararon a su progenitor, este les replicó que lo había hecho para disfrutar su último Mundial.
La respuesta conmovió a su nieta (y a las redes sociales) y dejó fríos a sus hijos, quienes no pudieron replicar. Al ser el deseo sincero del señor, es decir, disfrutar mientras aún pueda de aquello que le trae dicha, está completamente en su derecho de conseguirse todo lo que sea necesario para gozar de su pasión.
Malentendido en redes
Ahora, luego de que los usuarios se enteraran de la conmovedora historia del abuelo de Vanessa, obviamente, la mayoría salió a defenderlo a él y su decisión, diciendo cosas como “Nadie tiene derecho a cuestionar cómo quieren gastarse la plata los padres”, “¿Cómo le van a recriminar esa admirable actitud ante la vida y la muerte?”, “Los gustos hay que dárselos uno en la vida” e incluso “Típico, siempre están los parásitos de los hijos quejándose de todas las compras porque quieren quedarse con la plata”.
Sin embargo, como luego aclararía Vanessa, el conflicto entre los tíos y el abuelo no tenía que ver con el dinero que había costado el aparato, sino con el espacio que tenía para colocarlo en su vivienda, pues no era el más apropiado para instalarlo, ya que en él no cabía una megapantalla como la que se compró.
Solidaridad y un sentimiento compartido
Lo que sí fue patente en los comentarios que los usuarios de Twitter compartieron con Vanessa y con su abuelo fueron los buenos deseos y el beneplácito de la gente que la decisión del hombre mayor despertó, pues muchos están de acuerdo en que hay que vivir el ahora y que si quieres cumplir tus deseos, tienes que hacerlo ya o podría ser demasiado tarde.
Algunos de los comentarios de apoyo en las redes sociales incluían, pero no se reducía a “Amo esa actitud: hagan un esfuerzo por ayudarle a instalarlo y acompáñenlo en los partidos”, “Tiene lógica de vida: denle una habitación más grande, para que quepa la tele”, “Qué padre, disfruten los partidos con él”, “Este señor sí entendió el sentido de la vida” y “Pues disfrútenlo junto con tu abuelito”.