Varón, si eres de esos hombres introvertidos a quienes les cuesta mucho trabajo hacer amigos o hablar con mujeres, “pare de sufrir”, el día de hoy les ayudaremos con eso.
Sabemos que a veces toma un poco de tiempo superar un miedo, pues va más allá de simples consejos, va más enfocado a la autoestima y la psicología de cada persona, pero créanme, conociendo lo que se debe hacer y practicando tus habilidades sociales, la interacción se va a dar poco a poco hasta que logres construir un poco de confianza y todo será más sencillo.
1. Iniciemos con algo simple: tu higiene y vestimenta
La autoconciencia impulsa la timidez, y la forma más fácil de comenzar a mitigar esa autoconciencia es practicar una buena higiene y vestirse bien. La gente tímida suele sentir ansiedad por como cree que el mundo la ve, eso le provoca ansiedad. Para ayudar a controlar este sentimiento lo mejor que puedes hacer es comenzar a verte bien primero a ti mismo, siéntete cómodo como te ves y como te vistes; te sorprenderá la confianza que tendrás cuando sientas que luces bien. Te comportarás de manera diferente en tus interacciones y estarás más inclinado a entablar conversaciones con quienes conozcas.
2. Construye confianza a través del dominio de una habilidad
Otra forma indirecta de disminuir la ansiedad social es aumentar tu confianza a través del dominio de algún tema o habilidad. A menudo la timidez surge de la sensación de no tener nada de valor para ofrecer a las personas. Ser un experto en alguna área ayuda a calmar esta inseguridad y te hace sentir más seguro de ti mismo.
3. Adáptate a las situaciones adversas
Las personas tímidas no son resilientes o tan adaptables ante una amenaza social percibida. Las interacciones sociales incómodas realmente pueden sacudirlas y estropear su confianza. Fortalecer tu capacidad de adaptación ayudará a recuperarte rápidamente de los contratiempos, ya sean sociales o de otro tipo. Recuerda que socializar no debe ser algo estresante, no siempre hay que estar a la defensiva. Te sorprenderás al darte cuenta que, en gran parte, eres tú el que más se preocupa.
4. Entiende que la timidez es normal
Una de las cosas que hace que superar la timidez parezca tan difícil es que las personas tímidas a menudo asumen que es un problema que solo unos pocos experimentan. Esto los hace pensar que hay algo fundamentalmente malo en ellos. La realidad es que la mayoría de las personas experimentamos timidez de vez en cuando, es algo muy normal.
Incluso muchas figuras públicas son tímidas, pero han aprendido a manejarlo con éxito. Si ellas pueden hacerlo, tú también puedes. Al comprender que la timidez es común y, lo que es más importante, algo que se puede superar, el problema comienza a parecer mucho menos intimidante.
5. No dejes que los momentos incómodos te desalienten
La ansiedad social es esencial para la supervivencia, es una forma natural de garantizar que hagamos lo que debemos para mantenernos “en una manada” o grupo social. Aunque hoy en día vivimos en un entorno bastante seguro donde no tenemos que preocuparnos por morir si no somos parte de un grupo (como nuestros antepasados), nuestros cerebros continúan generando enormes cantidades de estrés y ansiedad ante el temor de ser rechazados. ¿Cómo superas este instinto primario que no está sincronizado con nuestro entorno moderno?
Se puede encontrar una pista al observar otro de los impulsos excesivamente protectores de nuestro cerebro. Los investigadores han descubierto que cuando hacemos ejercicio nuestro cerebro dice que estamos agotados, incluso cuando nuestros cuerpos realmente tienen más para dar, y lo hace porque su lado primitivo está ansioso por nuestra supervivencia y se aferra a nuestro combustible fisiológico. El dolor de un entrenamiento duro no es “real” en el sentido de que indica que no puedes continuar; simplemente ha activado una válvula de cierre que puede seguir abierta si nosotros así lo queremos.
Diversos estudios han demostrado que esta tendencia a la supervivencia que nos frena ante un mayor esfuerzo puede superarse hablando con nosotros mismos mientras hacemos ejercicio, repitiendo constantemente mantras como “me siento bien”, “tú puedes, una más”, “vamos, casi lo logras”. El mismo principio se aplica para abordar el problema de la reacción exagerada de tu cerebro ante la amenaza del rechazo social. La ansiedad no es “real” en el sentido de que realmente estés en peligro de que te suceda algo mortal, sino que es un sentimiento generado por un grupo de neuronas. Eso es todo.
Si tienes una mala primera impresión con un grupo de personas, ¿qué es lo peor que podría pasar? Claro, podrían pensar que eres raro, pero ¿y qué? ¿Vas a morir por eso? Si una mujer rechaza tu oferta de una cita, ¿qué es lo peor que podría pasar? ¿Estás condenado a que todas tus interacciones sean así de hoy en adelante? No, hay muchas otras mujeres a las que puedes invitar y con las que puedes comenzar una relación feliz y satisfactoria.
Entonces, si te sientes estresado antes, durante o después de una interacción social, recuerda continuamente que estos momentos incómodos no son amenazas de supervivencia. Cuando comiences a sentir ansiedad y timidez, repítete a ti mismo: “Todo está bien. Mi cerebro piensa que es 10,000 A.C. y está exagerando. No estoy en peligro de morir”.
6. Recuerda que está bien si no le caes bien a todos (…y que a ti tampoco te caen bien muchas personas)
Parte de la ansiedad y la autoconciencia que surge de la socialización es por el hecho de que queremos caerle bien a todo mundo, pero recuerda: “No eres monedita de oro para caerle bien a todos”. Tal vez te encuentres con personas que simplemente no están interesadas en ti y lo que tengas qué decir. No te desgastes en pensar: “¡¿Por qué no piensan que soy genial?!” Nadie es universalmente querido, ni tú mismo quieres a todas las personas con las que interactúas, y no es necesariamente porque las odies sino que no son “tu tipo de persona”, así que no te tomes personal cuando otros sientan lo mismo por ti.
7. Empieza de poco a poco
Para las personas tímidas, interactuar es un gran desafío social, sobre todo si lo hacen solas. Socializar es amenazante, y quizá la única forma de perderle el miedo es haciéndolo y manejando la ansiedad que provoca. Empieza con cosas pequeñas y poco amenazantes, como hacer contacto visual con una persona y asentir como si la estuvieras saludando; el 70% de las veces el saludo es recíproco. Estas pequeñas victorias harán crecer tu confianza. También, cuando el cajero del supermercado te pregunte si encontraste todo lo que buscabas, mírale a los ojos y di que sí con una sonrisa.
Después intenta cosas donde tú provoques la interacción, como preguntarle a la barista del café cómo va su día. Si necesitas ayuda para encontrar algo en la tienda, pídele ayuda a un empleado. O en clase no tengas miedo de pedirle al profesor que amplíe su explicación en el aula. Después ve por algo un poco más grande, pide opiniones respecto a algo, entabla breves conversaciones con personas en la fila del banco o en el bus.
Trata tus pequeñas interacciones sociales cotidianas como pequeños experimentos. Ve lo que sucede cuando involucras a las personas socialmente en lugar de evitarlas. Puede que te sorprendas al saber que socializar no es tan aterrador después de todo y no conducirá a la aniquilación existencial.
8. ¿No puedes empezar con algo pequeño?
¿Qué pasa si ni siquiera puedes hacer contacto visual con las personas? Bueno, sabes que no es una cuestión de capacidad física: puedes hacerlo, simplemente no puedes obligarte a hacerlo. Por lo tanto, el problema es más profundo que la timidez, es una cuestión de coraje. Para fortalecer nuestra voluntad, recomendamos comenzar con desafíos físicos en lugar de retos sociales.
El coraje físico refuerza el coraje emocional, más que al revés. Nuestras necesidades físicas siempre han sido las más fundamentales para nuestra supervivencia; como tal, representan el asiento de nuestros impulsos más fuertes y nuestros mayores temores. Si puedes domar tu tendencia a huir del dolor físico, puedes ascender en la jerarquía de necesidades y vencer tu miedo al dolor emocional.
Entonces, si tienes timidez severa y ni siquiera puedes comenzar a mirar a las personas a los ojos, te aconsejamos que primero hagas hazañas físicas extenuantes como parte regular de tu vida. Entrena en el gimnasio un par de veces a la semana, toma duchas frías algunas veces a la semana, realiza carreras de larga distancia. Estas pequeñas actividades te sacarán de tu zona de confort y aumentarán tu confianza en ti mismo, pues crearán una base para que veas que eres capaz de dominar tus temores y limitantes.
A veces es necesario respirar hondo y lanzarte por las cosas. El miedo nos detiene, pero si por un minuto apagamos esa sensación y simplemente vamos por nuestro objetivo, será más fácil tener coraje para hacer las cosas.
9. Participa en actividades que ofrezcan un rol social predeterminado
Una de las razones por las que la gente se inquieta al tener encuentros sociales verbales es porque no está segura de lo que se supone que debe decir o cómo debe actuar en determinadas situaciones. Es el sentimiento de incertidumbre lo que los hace más ansiosos.
Investigadores en el tema han descubierto que las personas se olvidan de sí mismas y de su ansiedad fácilmente si participan en actividades que son útiles para otros y les dan un rol o trabajo predeterminado. Por ejemplo, muchas personas que se describen a sí mismas como tímidas no tienen ningún problema para hablar con extraños si es parte de su trabajo.
Si estás buscando superar tu timidez social para poder hacer nuevos amigos, considera ofrecer tus servicios como voluntario para organizaciones de tu interés. Por ejemplo, si eres religioso considera unirte a grupos sociales en la iglesia, ya sea para ayudar a recaudar fondos o ayudar como misionero. También puedes solicitar trabajo como mesero o cajero en un restaurante o tienda, etcétera.
10. Deja de juzgarte (nadie te juzga tanto como tú mismo, ¿sabes?)
Como hemos mencionado, la autoconciencia es el combustible que mantiene la timidez y es el obstáculo que se interpone en el camino para socializar con éxito. Si estás buscando un consejo que te ayude a sentirte menos tímido, es este: deja de juzgarte a ti mismo, las demás personas están ocupadas en sus propias vidas como para ponerse a juzgarte a ti también, así que no le des muchas vueltas al asunto.
Convierte esa ansiedad en algo positivo; por ejemplo, encuentra formas de servir a las personas con las que estés en ese momento, como en una fiesta; si comienzas a sentirte ansioso y cohibido, ofrece tu ayuda para algo, como servir bebidas o limpiar. Enfocarte en otras cosas reducirá tu nivel de autoconciencia y la de la otra persona, así que es un ganar-ganar.
Te sorprenderá la cantidad de oportunidades que tendrás durante el día para realizar esas gracias sociales. Cuanto más intentes ayudar a los demás menos te enfocarás en ti mismo y en tus preocupaciones, y menos tímido te sentirás.
11. Sé tú mismo
Suena trillado, lo sabemos. Mejor, en lugar de “ser tú mismo” decide quién quieres ser. Toma lo que creas que es inherente a tu personalidad y dirígelo hacia la excelencia. La advertencia de esto es que, cuando trabajas por primera vez para superar tu timidez, lo mejor es ser tú mismo y hacer lo que sea natural. No te hagas sentir incómodo a ti mismo; sintiéndote seguro de ti lograrás trasmitir carisma a los demás.
12. Evita los pensamientos negativos después de una interacción
Caballeros, lo que pasó, pasó. Es decir, si después de llevar a cabo una plática sientes que fue incómoda, no le des vueltas a la misma ni pienses qué hubieras hecho diferente. Verás que en la vida te toparás con gente con la que simplemente haces conexión y tienes tema de conversación, y hay personas con las que simplemente no fluye la simpatía, y así será siempre. Evita preguntarte qué hiciste mal y no pienses demasiado las cosas.
13. Sé paciente y tómatelo con calma
Es posible cambiar. No tienes que dejar que la timidez se interponga en el camino de la vida. Eso sí, el cambio lleva tiempo, es muy probable que te lleve meses, incluso años controlar tu timidez con éxito. Pero poco a poco te sentirás menos ansioso y cómodo socializando. Trata a cada interacción social como una experiencia de aprendizaje; cuando las cosas no salgan como querías no te rindas, practica tus habilidades e irás mejorando. Esperamos que estos consejos te sean útiles, varón, y logres vencer el miedo social de entablar relaciones con nuevas personas.