Desde hace años se ha hablado de las terribles condiciones en las que se encuentran los animales del zoológico de Pata, en Tailandia, que más que un verdadero lugar seguro es una cárcel para las pobrecitas especies que están ahí. Se encuentra en un sexto piso de un centro comercial, por lo que los espacios son muy reducidos.
Ahí se encuentra Bua Noi, conocida como “la gorila más triste del mundo”, quien llegó cuando tenía apenas un año y ha pasado 30 años en una jaula, sin poner un pie fuera. Por si fuera poco, está completamente sola, razón por la que manifiesta signos de estrés y depresión. Actualmente se está luchando por sacarla de ahí para llevarla a un refugio en Alemania, donde pueda pasar feliz sus últimos días, pero los dueños del zoológico se niegan.
En este lugar no hay animalitos trepando ni corriendo, todo es triste y sombrío porque nunca dejan su jaula, lo que los mantiene en un estado de estrés constante. En el caso de Bua Noi, quien ya tiene 33 años, en promedio, un gorila sano vive entre 35 y 40 años, diversas organizaciones y el gobierno tailandés han tratado de que sea liberada, pero los dueños del zoológico se niegan.
Han pedido poco más de 800 000 dólares para que la gorila salga de su jaula y sea llevada a un refugio en Alemania, donde podría pasar sus últimos días en libertad y en compañía de otros miembros de su especie, pero el gobierno no ha podido reunir tal cantidad de dinero y el tiempo sigue avanzando. Las leyes en ese país permiten este tipo de cosas, así que las autoridades poco pueden hacer.
Hemos realizado actividades en el pasado para hacer campaña por la liberación de Bua Noi y para recaudar fondos. Recolectamos donaciones de los seguidores de Bua Noi. Pero el problema es que el propietario se niega a vender a Bua Noi. Cuando accede a venderla, el precio que pone es muy alto.
-Thanetpol Thanaboonyawat, ministro de medio ambiente en Tailandia
Desde 2014, las imágenes de lo que sucede en este zoológico le han dado la vuelta al mundo, pero a pesar de peticiones y eventos realizados por organizaciones como PETA, poco se ha podido hacer por la gorila y el resto de animales que están encerrados ahí. Bua Noi fue comprada antes de la entrada en vigor de leyes que prohíben la compraventa de varias especies, así que es considerada “propiedad privada” y no pueden forzar su liberación.
Por su parte, el director del zoológico asegura que todo está bien en este lugar y la tristeza que se ve en la gorila “es su expresión natural”, algo que no resulta convincente porque es obvio que a nadie le gustaría pasar toda la vida encerrado en una jaula estrecha. Ojalá que pronto hagan consciencia y cierren definitivamente este lugar para que los animalitos tengan oportunidad de vivir libres.