Una de las principales exigencias de Rusia para que su actividad militar en Ucrania llegue a su fin es que este país desista en sus intentos de ser parte de la OTAN y, de acuerdo a las últimas noticias, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky parece que se ha resignado a que así sea.
Durante años se ha dicho que los países miembros de esta organización respaldan a Ucrania, pero nunca se ha concretado su ingreso y en estos tiempos de crisis tampoco han recibido el apoyo militar que tal vez esperaban de parte de quienes decían ser sus aliados.
El presidente de Ucrania tuvo una videoconferencia con jefes militares y les expuso que habrá que resignarse a que su país no logre ingresar a la OTAN y que deban defender su patria solo ellos mismos, como lo han estado haciendo, porque es evidente que nadie llegará a rescatarlos.
Ucrania no es un miembro de la OTAN. Lo entendemos. Durante años hemos escuchado que las puertas estaban abiertas, pero también hemos escuchado que no podríamos unirnos. Esa es la verdad y hay que reconocerla.
-Volodymir Zelensky
Zelensky comentó que tal parece que los miembros de la OTAN “están hipnotizados” ante el ataque de las tropas rusas y no han hecho nada para evitarlo. Debido a que no enviarán tropas, el presidente dijo que al menos deberían establecer una zona de exclusión aérea en el espacio ucraniano.
Escuchamos argumentos diciendo que la Tercera Guerra Mundial podría comenzar si la OTAN cierra su espacio para los aviones rusos. Por eso no se ha creado una zona aérea humanitaria sobre Ucrania, por eso los rusos pueden bombardear ciudades, hospitales y escuelas.
Una de las condiciones que ha manifestado el gobierno ruso para un cese al fuego es que Ucrania se comprometa a que no formará parte de la OTAN y con este anuncio, aunque no es del agrado de los ucranianos, se puede haber dado un gran paso para que termine la guerra.
Estas declaraciones también las hizo Zelensky para la televisión en Estados Unidos, lo que parece indicar que ya han dado por perdida su inclusión a la organización que surgió durante la Guerra Fría como una forma de defensa ante los rusos, pero que fue creciendo hasta estar prácticamente tocando la puerta de Rusia, algo que, por supuesto, no van a permitir.