Los Juegos Olímpicos de este año fueron muy polémicos debido a que se realizaron en pleno estado de emergencia por una nueva ola de coronavirus en Japón. Sin embargo, las autoridades niponas se empeñaron en realizar los juegos argumentando que tomarían todas las medidas necesarias para contener al virus. Pero no contaban con que un grupo de mexicanos, que se acreditaron como corresponsales deportivos, burlarían los protocolos de seguridad.
Según una publicación en la cuenta de Twitter What The Fake, los hermanos Eduardo y Miguel Villar, conocidos por su canal de YouTube llamado La ruta de la garnacha, se encontrarían retenidos por las autoridades de Japón al haber dado positivos a covid-19.
De acuerdo con los informes, los integrantes de La ruta de la garnacha violaron las reglas sanitarias durante los Juegos Olímpicos para salir a comer y beber fuera del campamento que les correspondía. Por eso al intentar abordar el avión que los traería de regreso a México, fueron interceptados y se les prohibió subir.
Los youtubers fueron subsidiados por una televisora mexicana de mucha importancia para que elaboraran cápsulas de entretenimiento, pero según algunos testimonios, los influencers se la pasaron de fiesta en Japón y desobedecieron las reglas.
https://twitter.com/whatthefffake/status/1425576522799255554
Ni la televisora en cuestión ni los hermanos Villar han declarado nada al respecto y tampoco se tiene una versión oficial de los hechos, pero sí se sabe que el staff de La ruta de la garnacha no ha llegado a suelo mexicano.
Lo que sí queda claro por sus cuentas en redes sociales es que se estuvieron moviendo por varios sitios de Japón, fueron a tiendas de conveniencia e incluso viajaron en metro, lo que ya es una prueba de la desconsideración a las restricciones establecidas para atletas y periodistas que iban por motivo de los Juegos Olímpicos.
Al final, La ruta de la garnacha terminó convirtiéndose en la ruta del coronavirus, pues en sus Instagram personales pueden verse fotografías que acreditan la movilidad irrestricta de los youtubers, que aprovecharon sus gafetes de periodistas para salir a conocer Japón en plena crisis sanitaria.