Muchos dicen que ya no hay románticos, pero es porque no conocen la historia de Klepetan. Klepetan es uno de esos tipos, aunque es un ave tiene millones de fans.
Klepetan es una cigüeña macho que cada año viaja 14mil kilómetros desde el sur de África hasta Croacia, solo para estar con su novia Malena. Porque Malena no puede volar. Klepetan ha hecho esto durante 16 años.
Uno de los habitantes de la villa donde Klepetan tiene a su novia llamada Brodski Varos, fue quien encontró a Malena luego de haber sido herida por cazadores ilegalmente en 1993.
Stjepan Vokic ha cuidado de Malena desde hace 24 años, incluso le hizo una casa a medida diseñada para emular el clima de África, con un nido, calefacción y un acuario. Incluso la lleva a pescar:
“También la llevo a pescar porque no puede ir a África e incluso vemos la televisión juntos. Si la hubiera dejado a su suerte, los zorros se la hubieran comido”, dijo a AFP.
“Pero yo cambié su destino, así que soy responsable por su vida”.
Durante la primavera mueve su nido al techo donde Klepetan la visita. La mayoría de las cigüeñas vuelan en parvadas, excepto durante la temporada de cría cuando se emparejan.
En el invierno Klepetan vuela al sur con otras cigüeñas dejando a su amada en Croacia. Pero cuando llega la primavera regresa. Vokic espera con ansia cada año para ver si Klepetan sobrevive su largo viaje.
Según la publicación de Birdlife sobre la historia de estas cigüeñas, las aves migratorias enfrentan numerosas amenazas en su viaje. Tormentas, hambruna, depredadores y cables eléctricos son algunas de ellas.
Pero un lugar en especial es el más peligroso. Una franja de 160 kilómetros sobre Líbano. El año pasado Vokic escribió una carta para el presidente de Líbano pidiéndole protección para estas aves durante su viaje. En su sitio web “La pluma es más fuerte que la espada”:
“En mi país, hay la creencia de que las cigüeñas traen niños y vida nueva. Estas dos cigüeñas son toda mi vida. No tiene que creer las historias de los niños, pero puede creer que de hecho en Croacia, cada primavera, con una cámara en vivo, más de un millón de personas esperan el regreso de Klepetan y que ese momento le brinda mucha felicidad y alegría recordándoles a muchos lo que es el amor y qué significa ser amado”.
Al parecer el presidente de Líbano lo escuchó. Pidió una “tregua” entre los humanos y la naturaleza, pidiendo a sus conciudadanos que paren la matanza anual en el país. “Debe haber un tratado de paz entre el hombre y el árbol al igual que entre el hombre y las aves, porque seguimos agrediéndolos”.
…Y dicen que ya no hay románticos. Mira este video del reencuentro anual de esta amorosa pareja: