El manejo inapropiado del caso del accidente aéreo que cobró la vida de Kobe Bryant, de 41 años, la de su hija Gianna, de 13 años, y la de otras siete personas ha sido una espina en el costado de Los Ángeles, California, debido al gran desprestigio y vergüenza que el proceder de algunos de los integrantes del Cuerpo de Emergencia exhibieron al compartir fotografías de la escena del siniestro.
El material fotográfico, de naturaleza altamente gráfica y hasta grotesca, mostraba escenas del accidente de Bryant en Calabasas, California, el 26 de enero de 2020. Esa indiscreción ahora le va a costar muy cara al condado de Los Ángeles, que tendrá que pagar 28.85 millones de dólares a Vanessa Bryant y a sus hijas Natalia, Bianca y Capri.
Fallo a favor de la familia de Bryant y de los otros afectados
Luego del sentido testimonio de Vanessa Bryant, en el que hablaba sobre el daño que las acciones de los rescatistas y fuerzas del orden le infringieron con sus perniciosas acciones, este fue secundado por el testimonio de Chris Chester, esposo de Sarah y padre de Payton Chester, otras dos víctimas del accidente. El veredicto fue de 15 millones de dólares a favor de las víctimas, tanto de la familia Bryant como de la familia Chester. Los abogados de Bryant dicen que la compensación será donada a su fundación deportiva Mamba & Mambacita, que fue fundada en honor a sus ahora ausentes esposo e hija.
En total, Bryant y sus hijas recibirán 28.85 millones de dólares, mientras que a Chester le otorgaron 19.95 millones en total debido a un acuerdo que tuvo con el contado allá por septiembre de 2022. Las otras dos familias recibieron apenas 1.5 millones de dólares cada una en octubre de 2021. Luis Li, abogado de Bryant, declaró que esperaba “que la lucha de la señora Bryant por su esposo, su hija y por todos los que han sido tratados con similar falta de respeto acabe con esa mala práctica de las autoridades”.
Las familias de las víctimas, victimizadas también
El juicio en contra del condado de Los Ángeles duró 11 días y giraba alrededor del desconsiderado y nada profesional proceder de comisarios y bomberos que se presentaron en la escena del siniestro y que se dedicaron a tomar fotografías de la escena y compartirlas por mensajería, comprometiendo la confidencialidad de la investigación y aumentando el potencial de difusión de las imágenes al público.
Las fotografías tomadas y compartidas por las autoridades y cuerpos de emergencias no tenían ningún uso como material de investigación y solamente mostraban imágenes horribles de los restos de las nueve víctimas del accidente. La principal preocupación de la esposa de Bryant era que sus hijas se expusieran a las horrendas fotos por medio de redes sociales o medios de comunicación.
Los ofensores: “Compartieron las fotos mientras festejaban”
Aunque las fotografías fueron compartidas entre empleados del Departamento de Bomberos y de la Comisaría del condado, lo que más indignó a las familias de las víctimas fue que algunos de ellos se encontraban jugando en línea. Además, hubo otros que se encontraban en un banquete de los Premios Golden Mike de la Asociación de Noticias de Radio y Televisión del Sur de California. Ahí, según testimonios, el bombero Tony Imbrenda compartió fotos de los restos de Bryant y del accidente.
La cosa no se quedó ahí, sino que algunas de las parejas y cónyuges de los oficiales tuvieron acceso a las imágenes e incluso el dueño de un bar donde un comisario se encontraba consumiendo bebidas espiritosas. Las fotos, que eran acercamientos extremos de los detalles más escabrosos del accidente, eran mero “chisme visual” y no servían a ningún propósito investigativo y fueron compartidas por morbo enfermo. Se espera que las sanciones disuadan a potenciales futuros infractores y que ayuden a las víctimas a retomar sus vidas y sanar.