Los baches son un problema común a lo largo del territorio mexicano y la verdad es que son atendidos siempre de manera deficiente cada año. Aunque todos sabemos que los baches son un pretexto para la malversación de fondo públicos, aún no hacemos nada en concreto para denunciarlo.
El colmo de la desatención se hizo patente en dos localidades de Nayarit, donde los múltiples baches no fueron subsanados a pesar de la insistencia de la ciudadanía para reportar los desperfectos viales ante las autoridades, quienes se han hecho de oídos sordos ante las denuncias ciudadanas.
Por esta razón, los habitantes de Ixtlán del Río y Ahuacatlán, municipios ubicados al sureste de Nayarit, encontraron una creativa forma de reparar momentáneamente sus calles: utilizaron cocos para rellenar el interior de los cráteres.
Ante la incompetencia de las autoridades municipales, los habitantes de dichas comunidades tuvieron que aplicar su ingenio para seguir circulando en las calles, proteger sus carros de descomposturas y evitar accidentes mortales.
Las imágenes por sí mismas son surrealistas, pues el verde de los cocos rellenando los hoyos del asfalto hacen pensar en un campo de guerra minado. Los habitantes de ambas localidades esperan que la temporada de lluvias ya no cause más estragos. Mientras tanto, siguen esperando respuesta por parte del gobierno en turno.
Parece ser que las reparaciones en el estado todavía se harán esperar y que el gobierno seguirá haciéndose del rogar, por lo que las calles de Nayarit seguirán condenadas otro buen rato a lucir como una misión de Donkey Kong country.