Las historias de asesinos se han vuelto populares en series de televisión, programas de radio y podcast. Tal vez sea el morbo o la tranquilidad de conocer la historia desde casa lo que haga que estos personajes se vuelvan tan atractivos para las personas. Lo cierto es que hay personas peligrosas en todos lados y es posible que quien menos piensas esconda una historia oscura.
El 28 de julio de 2021, un indigente de 59 años llamado Anthony Kemp llegó a la estación de policía de Chiswick, Londres, y comenzó a lanzar piedras a la ventana hasta que los oficiales salieron. Una vez que los tuvo frente a él, confesó que había cometido un crimen. Sus argumentos lo vincularon como el responsable del asesinato del irlandés Christopher Ainscough, de 50 años, en diciembre de 1983.
El plan de Kemp era confesarse ante la policía para ser encarcelado y así salir de las calles, pues prefería pasar sus últimos años de vida ahí que dormir sin un techo sobre su cabeza. De acuerdo a las investigaciones previas de las autoridades, el asesino del hombre irlandés era un varón de alrededor de 21 años.
Además, se sabe que Ainscough invitaba a hombres a su apartamento. Los vecinos y familiares le habían advertido que llevar desconocidos a su casa podría dejar su seguridad vulnerable. Las advertencias se convirtieron en profecías, pues la forma en que se conocieron víctima y victimario coincidieron con lo descrito anteriormente.
Kemp dijo que había matado al hombre con un cenicero de mármol dándole golpes en la cabeza. Para él, el irlandés era un extraño, no conocía su nombre, aunque reconoció que su víctima podría haber sido un “camarero o algo así”.
Fue solo una discusión y esas cosas. Y las cosas se salieron de control. Yo lo hice, le destrocé los sesos.
Sin embargo, Kemp intentó culpar del asesinato a Terrance Casey, un hombre que se suicidó en 1989 aunque la policía no encontró pruebas que lo relacionaran al hecho. Pero los resultados de ADN sí señalaban a Kemp como el responsable, por lo que su procesamiento no tardó en concretarse.
Anthony Kemp fue declarado culpable del asesinato de Ainscough y sentenciado en el El Tribunal Penal Central de Inglaterra y Gales, conocido como Old Bailey, a cadena perpetua. Tendrá que pasar un mínimo de 15 años y medio para ser considerado para una libertad condicional.
Me importa una m***da lo que me pase, porque no tengo mucho tiempo de vida (…) No voy a vivir en las j***das calles, eso es un hecho.
—Anthony Kemp