Mientras los famosos y millonarios se quejan de la cuarentena en sus grandes mansiones, o se dedican a cantar “Imagine” de John Lennon a todo pulmón (y muy desafinados) para dar esperanza al mundo, hay gente que en realidad está poniendo manos a la obra a su manera en estos tiempos de crisis, y ayuda a los que menos tienen.
Tal es el caso de Cavanaugh Bell, un niño de tan solo 7 años que gastó todos sus ahorros para comprar despensas y productos de limpieza para personas de la tercera edad y estudiantes que se encuentran aislados, y así evitar contagios por el coronavirus.
O sea, no tenía porqué hacerlo, pero Cavanaugh gastó los 600 dólares que había ahorrado de sus dos cumpleaños y tres navidades para comprar paquetes con todo lo necesario para que los abuelitos no dejaran sus casas. My respect, jovencito.
El pequeño originario de Maryland, Estados Unidos armó 65 paquetes que con la ayuda de su familia distribuyó en su vecindario: “No se olviden de nuestros ciudadanos mayores. Ellos también necesitan comer”, dijo.
Además de los paquetes, el pequeño repartió 31 comidas calientes de un restaurante local y matando dos pájaros de un tiro: alimentando a los abuelitos y consumiendo en un negocio local a punto de cerrar por las nuevas medidas que el gobierno estadounidense ha tomado.
Y por si eso fuera poco, el jovencito ayudó además a 90 estudiantes con una fundación que él mismo inició, llamada Cool & Dope, cuya finalidad es “erradicar toda forma de abuso y ayudar a jóvenes en depresión por medio de acciones políticas y sociales antes de cumplir 18 años el 20 de noviembre del 2030”.
O sea, ¿es este chiquillo el héroe que la sociedad necesitaba? Se convirtió en filántropo y activista con tan solo 5 años, pues dice que él mismo fue acosado en su escuela y llegó a pensar en acabar con su vida. Su madre lo alentó a contrarrestar su traumante experiencia por medio de la creación de un movimiento con el cual repartiera positivismo y amor.
Su entrega es increíble a pesar de su corta edad, e incluso ha dado pláticas de concientización en varias ciudades de Estados Unidos. Sin duda, a Cavanaugh le esperan grandes cosas en la vida. Nuestra más sincera admiración para este pequeño.