A pesar de las vacunas, parece que todavía estamos lejos de controlar la pandemia de covid-19, ya que se han desatado nuevas olas de contagios y han aparecido variantes del virus, incluso más peligrosas que la primera que se registró en Wuhan, como la que se detectó en la ciudad de Nankín y de la que ya se encontraron casos en otras cinco provincias chinas.
Desde el 20 de julio del 2021 se empezó a registrar un elevado número de casos positivos en las pruebas de covid-19 en su nueva variante en la ciudad de Nankín y desde entonces se han reportado al menos 200 casos, por lo que las autoridades planean hacer pruebas en los 9.3 millones de habitantes. Además, ya se suspendieron todos los vuelos desde el aeropuerto de esta ciudad, al menos hasta el 12 de agosto.
Desafortunadamente, las medidas preventivas se habían relajado y ya era común ver grandes concentraciones de personas en un solo sitio, por lo que las autoridades hacen el llamado a seguir usando el cubrebocas, lavarse las manos y evitar acudir a lugares donde haya una gran cantidad de gente, tal como se hizo al inicio de la pandemia.
Las autoridades creen que uno de los principales motivos de este brote se debe a la enorme afluencia que tiene cada día el aeropuerto. De acuerdo a Ding Jie, funcionario de salud en la ciudad, los casos empezaron a registrarse luego de la llegada de varios trabajadores en un vuelo que procedía de Rusia, el pasado 10 de julio. Además, al gobierno del país le preocupa que se trate de la variante Delta, pues su contagio es más fácil y rápido que las otras que se han detectado.
De acuerdo a las primeras investigaciones, estos trabajadores no siguieron los protocolos sanitarios y eso facilitó el contagio que pronto se extendió, aunque las autoridades de salud informaron que solamente se han registrado siete pacientes con un cuadro grave de la enfermedad. En estos momentos se sigue investigando sobre el contacto que los contagiados tuvieron con otras personas y también se quiere saber si ya estaban vacunados.
De acuerdo a la BBC, la situación es complicada porque aunque se había logrado mantener un control sobre el virus, esta nueva ola de contagios ya se extendió al menos a otras trece ciudades, como Beijing y Chengdu, lo que mantiene a las autoridades en un estado de alerta ante una nueva ola de contagios que sería incluso peor que la primera.