Todo el mundo está preparándose para el Mundial de Futbol Rusia 2018, especialmente los hooligans, quienes han prometido un “festival de violencia”. Al parecer, Rusia será un festival de futbol pero también de terror. Los hooligans rusos se han estado preparando para patearle el trasero a sus pares ingleses.
Tal es la fuerza del movimiento hooligan en Rusia, que incluso han pensado en convertir los encuentros entre rivales en un deporte legal, regulando los encuentros violentos. El diputado Igor Lebedev ha propuesto que las peleas se den en estadios, con 20 personas por equipo.
Francia 2016 fue el preámbulo de lo que podría pasar en Rusia. Durante la Eurocopa, los choques entre ingleses y rusos fueron frecuentes, de los cuales uno de los más sonados fue la pelea campal de Marsella. Más de 100 ingleses fueron víctimas de ataques premeditados tipo guerrilla, de los hooligans rusos. Al menos 30 ingleses fueron hospitalizados y 2 estuvieron varios días en coma.
La organización de la UEFA llegó a prohibir la venta de alcohol durante 48 horas cuando hubiera partidos en las ciudades donde jugara el grupo B, donde estaban Rusia e Inglaterra. Pero el problema no era el alcohol, sino que los “aficionados” eran grupos entrenados y organizados militarmente para pelear cuerpo a cuerpo.
Su único objetivo era la violencia, especialmente contra los ingleses. En entrevista, uno de los líderes de estos hooligans rusos, dijo: “estábamos convencidos de acabar con los ingleses y aquello fue como 200 profesionales peleando con 2 mil aficionados”. Incluso se cree que el gobierno ruso podría estar implicado.
Uno de los líderes de los hooligans, el dirigente de Spartak Gladiators, conocido como Vasily El Asesino, dijo que había miembros de las fuerzas especiales rusas entre ellos. Además, se cree que muchos de los aficionados rusos llegaron a Francia gracias a la ARFA, una organización de aficionados controlada por Alexander Shprygin, quien podría tener relación con Vladimir Putin.
Todo esto es parte del capítulo “El ejército hooligan de Rusia” del programa de la BBC This world. Ahí, junto con Vinnie Jones, famoso y violento exjugador, el director del capítulo se une a grupos de hooligans para conocer su nuevos métodos de entrenamiento y sus intenciones rumbo al Mundial de 2018.
“No veo nada de malo en lo que hacemos. Hay quien colecciona sellos, a otros les gusta escalar, a otros conducir. Nosotros peleamos. Y sinceramente creo que es mejor que beber, fumar o tomar drogas”.
Estos no son hooligans comunes y corrientes, son superhooligans entrenando concienzudamente, incluso sobrios y bien alimentados. Y según ellos, previo a una pelea, acuden a un baño sauna y hacen una fiesta para celebrar su estado físico y mental para el día siguiente.
Al igual que los hooligans de otras partes del mundo, los rusos tienen procedimientos de reclutamiento: organizan peleas en el bosque, donde eligen a los más fuertes y de paso entrenan a los veteranos. En redes sociales son muy conocidos estos encuentros que graban en video y resultan ser verdaderas palizas donde 20 o 30 ultras se enfrentan desarmados y a puño limpio.
La única regla es no matar. Quienes son aceptados pueden tatuarse el símbolo del grupo. Y a pregunta expresa de por qué los ingleses son su principal enemigo, señalan que:
“Porque estamos buscando respeto, orgullo. Hubo un tiempo en que la gente imaginaba vodka y botas peludas cuando pensaba en Rusia. Eso ya no existe y me gusta pensar que soy ruso y que el resto cree que somos tipos duros. Todos (en Rusia) están esperando el Mundial. Para algunos será la fiesta del futbol, para otros un festival de violencia. Nuestros adversarios son los ingleses, los padres de los ‘hooligans’. Los estamos esperando”.