Donald Trump no cesa de permitir cosas que enfurecen al mundo entero; y ahora, el presidente de los Estados Unidos ha legalizado la caza de osos y lobos en Alaska; y lo que es peor aún: no importa que estén en su periodo de hibernación.
Trump ha tomado la decisión de revertir las leyes de protección de la fauna que el expresidente Obama había impuesto, y con esto permite a los cazadores emplear sus tácticas agresivas.
Estas consistirán en disparar o atrapar lobos y osos mientras están en sus cuevas, sin importar si tienen cachorros, así como cazar osos en una persecución desde una aeronave o atrayéndolos con comida para una matanza grupal.
En Alaska, donde la caza es una tradición, hay dieciséis refugios nacionales de la fauna que cubren 76 millones de acres de tierra.
El nuevo proyecto de ley, escrito por el congresista de Alaska, Ronald Young, ha pasado primeramente por la Cámara y el Senado antes de ser firmado esta semana por el presidente.
El Sr. Young dijo:
“Tenemos que reconocer que esto no se trata de los pequeños osos polares, los osos pardos o lobos, esto es sobre el derecho del estado a manejar la situación, no hay que permitir que el gobierno federal lo haga”.
Las leyes federales para el control de los cazadores ahora serán derogadas y el control se devolverá al estado, lo que ha indignado a los amantes y protectores de los animales.
El congresista ha sido criticado por esconderse detrás de una fachada falsa, en la que el movimiento sobre la soberanía del estado se encuentra en contraposición a la crueldad animal.
Wayne Pacelle, director ejecutivo de Humane Society, dijo esto en un comunicado, después de que los representantes estatales aprobaran el proyecto de ley el mes pasado con una votación de 225 a favor y 193 en contra:
“Lo que la Cámara hizo hoy debería impactar en la conciencia de todos los amantes de los animales en América. Si el Senado y el presidente coinciden, veremos muertas en sus guaridas a familias completas de lobos y a osos siendo perseguidos por aviones”.
No es de sorprender que las mismas personas que están obsesionadas con las armas de fuego (National Rifle Association), respaldaron la legalización de matar animales aún cuando no son capaces de defenderse.
Esta no es la primera vez que Trump ha simpatizado con la caza de animales: ya tuvo que defender a sus propios hijos después de que aparecieran imágenes de Eric y Donald Jr, mostrando a uno de ellos sosteniendo la cola de un elefante.
No cabe duda de que la estupidez humana no tiene límites ni razón de ser.