Las calamidades persiguen a la producción de Rust y, lo que es peor, cada vez más evidencian la mala planeación de la película en cuanto a medidas de seguridad y protección del trabajador. Ahora, uno de los asistentes de la película se encuentra hospitalizado por las lesiones que sufrió en su brazo izquierdo debido a la mordedura de una araña violinista.
Jason Miller es el tercer afectado por la película y con esto queda claro que no hay una maldición en la película, sino una muy mala atención a la seguridad. El técnico de iluminación se encontraba haciendo unas pruebas de rutina a pesar de que el proyecto se encuentra en pausa por la muerte de Halyna Hutchins y fue en estos trabajos que sufrió la mordedura de la araña venenosa.
La productora no quiso hacerse cargo del incidente, por lo que Miller tuvo que recurrir a GoFoundMe para acceder a ayuda médica. Sin embargo, la salud de su brazo se complicó debido a que Jason es diabético, razón por la que la mordedura le ocasionó necrosis y sepsis. El iluminador estuvo a punto de perder el brazo, pero recientemente ha compartido en sus redes que los doctores han hecho su mayor esfuerzo y piensan que no será necesario practicar una amputación.
Jason ahora espera que sus abogados hagan un buen trabajo y logren que la productora le dé una buena compensación. Sin embargo, insiste en que su caso no debe quitar el foco de atención en la muerte de Hutchins, cuyo fatal accidente sí pudo haber sido evitado. De todas maneras, las fotografías que ha publicado sobre el estado de su brazo son impactantes.
La araña que lo mordió es conocida como Reclusa o Araña violinista, la cual despide un veneno altamente tóxico que suele causar graves lesiones en los tejidos de sus víctimas. De todas formas, Jason Miller ya se encuentra fuera de peligro y no ha perdido la oportunidad de agradecer a la gente que lo apoyó y recaudaron más de 13 mil dólares para sus cirugías y cuidados médicos. ¿Quién sabe a donde irá a parar la serie de inconsistencias de Rust?