Las creencias religiosas son una parte integral de la vida de la gente, ya sea que crean en un ser superior, en varios de ellos, en fuerzas cósmicas que mantienen el balance universal o la ciencia. Todas las creencias deben ser respetadas y por eso cuando tratan de usar tus principios espirituales en tu contra, como lo hizo un restaurante, se puede considerar un abuso de confianza y un acto de mala fe criminal.
Aparentemente, los dueños de la Taquería Garibaldi, Che Garibaldi Inc., habían visto muchos dramas históricos y, supuestamente, pensaron en utilizar el poder del clero para extraer confesiones de los pecados de sus empleados, utilizando a un clérigo falso para averiguar si les habían robado. ¿Les funcionó? Podría decirse que sí, pero solo si su objetivo era pagar 140 mil dólares en daños y sueldos a 35 de sus empleados más cinco mil dólares en multas civiles luego de que sus trabajadores lo acusaran con las autoridades por esta práctica inmoral.
Garibaldi y su clérigo mercenario: “Saquen sus pecados, animalitos del señor”
El Departamento estadounidense del Trabajo ha revelado que un empleado de Taquería Garibaldi aseguró bajo juramento que Che Garibaldi contrató a un sacerdote falso, quien, según esto, les preguntaba durante horas laborales si habían llegado tarde, robado dinero del restaurante o tenido malas intenciones hacia su empleador, con la excusa de que “sacaran sus pecados”.
Evidentemente, Garibaldi tiene problemas de confianza y una mala relación laboral con sus empleados, a quienes solo a base de engaños creía poder sacarles información confiable, pero resulta que este fraude fue expuesto, pues el supuesto clérigo fue descubierto como un impostor y los dueños del restaurante, como uno de los empleadores corruptos más sinvergüenza cachados en el acto por las autoridades.
Aunque los trabajos de investigación federales del trabajo han visto a empleadores utilizar todo tipo de trampas y tretas para manipular, intimidar, atacar o engañar a sus trabajadores, el intento de utilizar a un supuesto sacerdote para que los asalariados admitieran sus ‘pecados de lugar de trabajo’ es, sin duda, uno de los más desvergonzados y abyectos que se han visto.
– Departamento del trabajo de los Estados Unidos
La investigación del Departamento del Trabajo, que empezó en noviembre de 2021, descubrió que el supuesto sacerdote no tenía ninguna conexión con la diócesis católica de sacramento y que los empleadores les negaban pago de horas extra a sus trabajadores, los amenazaban con su estado de inmigración para que no acudieran a las autoridades y hasta les pagaban ilegalmente a los administradores, usando las propinas de los empleados.
Les salió el tiro por la culata a los dueños conspiradores
Los despreciables intentos de este empleador por tomar represalias contra sus trabajadores tenían como objetivo silenciar, obstruir una investigación e impedir el pago de sueldos que no fueron pagados. Esta situación y dichas acciones inmorales no pueden ser ni serán tolerados. El Departamento del Trabajo actuará inmediatamente para aclarar la situación y defender los derechos de los trabajadores en situaciones así.
– Marc Pilotin, Procurador regional del trabajo en San Francisco
A final de cuentas, Che Garibaldi Inc. tuvo que aceptar una sentencia de consentimiento y el juez WIlliam B. Shubb ordenó a la empresa, a sus dueños y a los operadores Eduardo Hernández, Héctor Manuel Martínez Galindo y Alejandro Rodríguez que pagaran 70 mil dólares en sueldos no pagados, la misma cantidad en daños liquidados y una multa de cinco mil dólares por haber hecho todo ese show sabiendo que estaban violando la ley. Además, se le aseguró a los empleados que su estado migratorio, que había sido usado como arma intimidatoria contra ellos por sus jefes, no afecta sus derechos laborales.