La Navidad es la época para dar regalos, pero no todos tienen la posibilidad de hacerlo, por lo que millones de niños en el mundo se quedan con las manos vacías, además, cada año una enorme cantidad de juguetes van a la basura. Júnior Mauad pensó en estas dos situaciones y decidió encontrar una salida positiva, y creó el Grupo Ioiô.
Desde hace 10 años, Júnior abrió un taller en Sao Paulo, Brasil, donde recibe juguetes dañados, que de otra forma terminarían en la basura, los repara hasta dejarlos en óptimas condiciones y luego los regala a niños pobres de la ciudad durante la época navideña. De esta manera, ayuda a que más niños tengan un regalo y evita el desperdicio de juguetes. Una brillante idea.
Al pasar el tiempo, más personas quisieron involucrarse en este bonito proyecto y ahora tiene un equipo de voluntarios que, al igual que en el taller de Santa Claus, trabajan para dejar en buen estado los juguetes dañados. A través de Facebook, ferias, así como bazares, Júnior y su equipo reciben los artículos que las personas ya no quieren y ponen a prueba toda su habilidad como restauradores.
Mucha gente tira el juguete y no es necesario. Dice que es muy viejo, muy sucio, roto. No nos importa si no se puede reparar, porque usamos las partes en otro juguete, hacemos otro juguete, es una donación.
-Júnior
Desde que surgió este taller, Júnior ha restaurado y donado más de 15,000 juguetes, y lo hace a través de organizaciones que son las que se encargan de distribuirlos, o bien alguna familia puede acudir a su local y elegir los juguetes para sus niños. Tanto para él como su equipo, dice, el proceso de restauración es terapéutico, además, los entregan con la mejor vibra para que los niños sientan también esa energía positiva cuando juegan. Sin duda, un Santa Claus del reciclaje.