A mediados de enero, las autoridades de Taiwán anunciaron una medida increíble para los conductores que fueran atrapados en estado de ebriedad: hacer limpieza de los recintos mortuorios a donde llegan los cuerpos sin vida de las víctimas atropelladas por un conductor alcoholizado.
Las medidas de las autoridades ya entraron en vigencia en el municipio de Kaohsiung, al sur de Taiwán, donde ya fueron detenidos 11 conductores que tuvieron que realizar la limpieza de la morgue Kaohsiung Funeral Home. Este castigo busca acercar a los choferes a la muerte, a la experiencia y el dolor que pueden causar sus acciones.
Los 11 detenidos se encargaron de limpiar los congeladores donde se preservan los cuerpos y luego asearon las estufas donde se creman los restos durante cuatro horas. El objetivo de esta estrategia es llevar a los conductores a los lugares solemnes por donde pasan miles de vidas que fueron terminadas por la imprudencia.
Las jornadas de trabajo son supervisadas por diferentes autoridades, pero esta primera actividad estuvo coordinada por el fiscal jefe Dong Xiujing, el fiscal Xu Yuquan, la guardiana jefe She Qinghua y Lin Wenqi, secretario jefe de la Oficina de Asuntos Civiles del Gobierno de la ciudad de Kaohsiung, quienes esperan que los sancionados puedan “experimentar la preciosidad de la vida y las lágrimas de su familia en un lugar solemne”.
Las disposiciones de Taiwán han sido bien recibidas por la comunidad en general y hay quienes aseguran que se trata del castigo perfecto para que se puedan poner en el papel de los afectados. Uno de los primeros castigados declaró que después de experimentar este tipo de servicio social, sin duda dejaría de conducir ebrio:
Limpié la puerta del congelador y me di cuenta de que podía haber cadáveres humanos dentro. Nunca había estado cerca de la muerte y lo sentí profundamente en mi corazón. Realmente necesito tener cuidado al conducir en el futuro y no debo beber.
Desde el año pasado, el gobierno taiwanés advertía sobre un alza en los casos de muertes a causa de conductores en estado de ebriedad. Las multas se incrementaron para tratar de reducir los accidentes fatales. Sin embargo, las medidas parecen no surtir efecto. Hace dos años, una iniciativa de la pena de muerte como sentencia posible para un chofer alcoholizado fue puesta sobre la mesa del gobierno de Taiwán, pero las protestas echaron para atrás el proyecto de ley.