Batman es el vigilante de la noche, un superhéroe que si bien no está dotado de poderes sobrehumanos, cuenta con la tecnología necesaria y un alto nivel de moralidad y rudeza que lo hacen el terror de los villanos de Ciudad Gótica.
Otro film que nos mostró una perspectiva más realista de un superhéroe sin poderes fue Kick-Ass, en donde el valiente y amigable héroe de vecindario que, sin poderes ni tecnología, pudo vencer al mal.
La mayoría de nosotros pensaría que ese tipo de heroísmo solo existe en la pantalla grande o en las páginas de cómics, pero hoy les vengo a decir que estamos en un gran error.
En días pasados salió en televisión una nota sobre el movimiento Rain City Superhero, un grupo de héroes que intentan mantener el orden en las calles de Seattle, Estados Unidos.
Como podrán ver, ellos no están ayudando a abuelitas a cruzar la calle o a bajar gatos de los árboles. Este grupo de 10 a 15 personas, comandados por Phoenix Jones, está dedicado a vencer al verdadero crimen en la capital de Washington.
Los vigilantes se enfrentan a peleas entre pandilleros, donde dos que tres disparos se dejan ver.
Con su identidad cubierta por una máscara blanco y negro, un miembro conocido como Midnight Jack describe sus razones para unirse a los superhéroes Rain City:
Pasé mucho tiempo de mi vida no siendo una buena persona -ya sabes, vendía drogas, golpeaba gente-. Tenía que encontrar la manera de salir y compensar todas estas malas cosas que hice.
Otro miembro, El Caballero, dice:
Vimos un aumento de la delincuencia infantil, la prostitución, las drogas y otras cosas, lo que realmente me preocupó y después de salir de mi propio lugar, simplemente no podía soportarlo más. Por lo tanto, leyendo historietas como un joven, decidí convertirme en este personaje.
Entonces, Phoenix y su escuadrón patrullan las calles de Seattle cinco noches a la semana, y se aseguran de que personas de todas las edades y situaciones sociales estén a salvo.
Él y el equipo protegen su identidad con máscaras y trajes y portan chalecos antibalas y protectores en el cuerpo para estar a salvo.
Ok, tal vez a primera vista nos pueda parecer un poco ridícula su actitud y vestimenta, pero es bueno saber que hay personas que se interesan por el bienestar de la comunidad.
Ahora, la gente de Seattle no teme, pues saben que en las calles hay un grupo de épicos superhéroes que cuidan de ellos.