Si eres pacifista y quieres evadir ir a la guerra, en lugar de hacer marchas y gritar consignas no hay manera más divertida de hacerlo que comiendo hasta subir 30 kilos de grasa. Eso hizo un hombre en Corea del Sur y ahora tendrá que bajarlos en la cárcel.
El hombre de 21 años se infló en tan solo seis meses, pasando de 84 kg de peso a 113 kg. Por poco evita ir a la cárcel y al servicio militar, pero fue encontrado culpable apenas hace unos días por engordarse deliberadamente y ahora estará preso.
El nombre no fue dado a conocer, pero se sabe según los medios locales que luego de graduarse de la preparatoria se dedicó a engordar durante seis meses para evitar el servicio militar. En su primer revisión en febrero de 2017 pesó 84 kg y en la segunda, en julio de 2017 pesó 113 kg.
Mide 1.79 metros de altura, y con el peso que acumuló su índice de masa corporal era de 36.1, lo cual es muy alto para el servicio militar, por lo que se le dio una tarea de servicio público menos demandante.
Pero luego la policía encontró que había ganado peso deliberadamente y fue arrestado y encontrado culpable el pasado domingo, según el diario Korea Times.
La corte del distrito de Cheongju le dio una sentencia suspendida en lugar de los cinco años de prisión por escapar all servicio militar. Desertar, causarse daño o hacer trampa para evitar los dos años de servicio militar, es ilegal según la ley en Corea.
Todos los hombres entre 18 y 35 años deben completar el servicio, y las únicas excepciones son para los medallistas olímpicos o medallistas de oro en los Juegos Asiáticos.
Los objetores de consciencia o religiosos no son reconocidos y esto ha causado el encarcelamiento de al menos 400 personas al año.
Los conscriptos reciben un salario de 150 dólares al mes más un par de tenis que el gobierno no ha podido comprar en algunos años.
Los reclutas empiezan con un curso de entrenamiento básico de cinco semanas donde el abuso es común y están sujetos a disciplina férrea. Este requerimiento fue introducido en 1957 después de las guerra de Corea, para que la población esté lista ante una invasión de Corea de Norte.