Steve Buscemi es uno de los actores más eclécticos de la industria del cine, pues ha participado en filmes independientes, en grandes éxitos de taquilla y en producciones de bajo presupuesto. Su rostro es inconfundible y la verdad es que es un gran actor.
Recientemente contó que antes de ser actor, formó parte del cuerpo de bomberos de Manhattan cuando era muy joven, lo que lo impulsó a ayudar durante los lamentables sucesos del 11 de septiembre del 2001, cuando las Torres Gemelas sufrieron un ataque terrorista de magnitudes nunca imaginadas.
La idea de incorporarse a los bomberos le vino de su padre, pues le parecía un buen trabajo con prestaciones, seguro y cuenta de ahorros. Además, su papá era un trabajador de sanidad que brindaba servicio civil a la comunidad de Nueva York.
Buscemi cuenta que encontró una hermandad en la compañía de bomberos, pero pronto empezó a tomar clases de actuación y a aparecer en películas, lo cual hizo que se retirara del cuerpo en 1984. Sin embargo, 17 años después volvería a ponerse su viejo traje contra el fuego para sumarse a las labores de rescate de las Torres Gemelas.
Buscemi contó que el 12 de septiembre se volvió a unir a su antigua compañía de rescate y empezaron a remover escombro bajo una gran nube de polvo que se cernía sobre el sitio de la tragedia. En una ocasión le tocó trasladar una bolsa con un cuerpo que sentía muy ligera, pues seguramente el cadáver se encontraba hecho pedazos.
El actor trabajó menos de una semana en el sitio, pero cuenta que la nube de polvo que los envolvía era realmente nociva y que alguien comentó que posiblemente eso los mataría dentro de 20 años. Sin embargo, no ha pasado tanto tiempo, pues desde hace años se han reportado numerosos casos de personas con cáncer debido a que estuvieron expuestos a ese polvo.
Buscemi cuenta que después de la experiencia del 9/11, sufrió estrés postraumático, ansiedad, depresión y la incapacidad de tomar decisiones fáciles. Además de los daños a la salud física, se vio afectada la salud mental de bomberos y trabajadores sobrevivientes de las Torres, quienes se culpaban por no haber sido de más ayuda o haber encargado sus tareas a otra persona.
De hecho, se sintió bien estar allí. Estuve en el sitio por menos de una semana, pero no fue hasta que llegué a casa que la magnitud de todo me alcanzó. Ya estaba viendo a un terapeuta y aunque era casi imposible procesar la enormidad de lo que había sucedido, tener a alguien con quien sentarme con todos los sentimientos fue un consuelo. No es algo que los primeros en responder usualmente obtengan. Aceptar la vulnerabilidad es algo difícil para cualquiera, pero especialmente para las personas cuya identidad principal es como protector.
Luego de los sucesos del 9/11 se formaron diversas fundaciones para ayudar a víctimas y rescatistas. La compañía en la que trabajó Buscemi habilitó una fundación llamada Amigos de los bomberos, que se especializa en brindar ayuda psicológica a los bomberos afectados por el trabajo de esos días y de la que el actor es voluntario y donador de fondos.