Un chofer de autobús quedó tan impresionado que tomó fotografías de varias calles en Inglaterra que parecen salidas de la serie “The Walking Dead”. Y no, no es ciencia ficción, es la triste realidad por el uso de una droga sintética llamada Spice.
Luego de ver que la epidemia de “zombis” creció exponencialmente desde la estación en Wrexham donde él trabaja, Gavin Rodda decidió documentarlo.
Unfortunately these are the images we see daily at @wrexham bus station. What's the plan to improve safety here @NWPInspKneale @wrexhamcbc? pic.twitter.com/nsvUM1EcTj
— 💚 Gavin Rodda 🔴⚫ (@GavinRodda) March 3, 2017
Gavin describió a los adictos que llegan juntos a la estación de autobuses como una escena de la serie de zombis, con gente apilada una sobre otra o inconsciente de su entorno.
Algunos de los adictos aparecen con jeringas colgando de sus tobillos, desmayados en jardineras. Desafortunadamente, estas son imágenes que se ven a diario en la estación Wrexham, dice. Y pregunta a las autoridades, cuál es el plan para solucionar el problema.
Finalmente, cuando el conductor de 37 años de edad notó sangre y utensilios para suministrar droga en los baños, decidió exponer el problema en las redes sociales, para intentar persuadir a la autoridades de actuar en consecuencia.
La mayoría de las personas en las fotos son adictos a las drogas sintéticas llamadas “spice” y “black mamba”. En entrevista con el diario Telegraph, Rodda dijo:
“La estación se ha vuelto un área prohibida para mucha de la gente, pues tiene miedo de usarla. La escuela, los estudiantes y los pasajeros de mayor edad que usan el transporte público, nos dicen que se sienten cada vez más intimidados por estos adictos”.
Hace unos dos años, Rodda y sus colegas notaron un incremento en la gente indigente y en el uso de drogas, que coincide con la llegada de esta droga barata y muy adictiva a Inglaterra.
Aunque se ha prohibido, es muy barata, vale 5 libras el gramo y está muy diseminada. Es mucho más barata que la heroína, el crack, e incluso que los cigarros, pero el estado de estupefacción es muy alto, dejándolos como “zombis”.
“Se tratan de parar derechos, pero eventualmente terminan cayendo al piso o sobre cualquier cosa que se encuentren. Claramente no están en control de su cuerpo cuando están bajo la influencia de esta droga y están apenas a unos pasos de la estación de autobuses, de la gente y de camiones en movimiento. La estación ve pasar 11 mil personas al día. Está claro que este es un problema nacional y cada vez hay más historias relacionadas con la adicción a estas drogas”.
Las fotos se volvieron virales y han destapado una realidad que las autoridades no querían ver.
Las fotos de Manchester y Gales muestran gente colapsada en el piso que permanece inerte. Según los indigentes, la droga es muy fácil de conseguir y es muy barata. Está hecha con una mezcla de yerbas y potentes químicos.
Lee, quien ha estado fumando “spice” por dos años, dijo a un diario:
“Es adictiva, amigo. Te atrapa, es realmente muy barata, he visto a gente ponerse muy mal con ella. Yo fumaba marihuana pero esta cosa es 10 veces más potente que eso. Quisiera dejarla pero es muy fuerte, todos los indigentes por aquí la toman”.
La droga es color verde, y se puede fumar o hacer en té.
Una grabación del centro de Manchester, muestra a gente en estado comatoso en Picadilly Gardens. Alrededor del 80% de los indigentes en Bristol la ha consumido. Es tan fuerte como la heroína pero el síndrome de abstinencia es terrible, “sudas, tiemblas y tu ansiedad se va a las nubes”, dice Chris Marshall, de 41 años.
“Spice” podía comprarse legalmente en tiendas o en línea hasta mayo del año pasado. Da a los usuarios el mismo efecto de la endorfina y drogas ilegales como el éxtasis. “Black mamba” es una variante de “spice”, con efectos similares a la marihuana, solo que más potente.